La banda Malevaje prepara su 30° aniversario sobre los escenarios con un concierto "íntimo" y "sencillo", de esos que se escuchan sentado, y con un repertorio nuevo que mezcla sus temas más aclamados con otros clásicos de la historia del tango que hasta ahora no habían interpretado. Será en el Teatro Arbolé de Zaragoza este viernes 14 de febrero y, un día antes, mañana, en el Centro Cultural El Matadero de Huesca, en lo que será la antesala del concierto que ofrecerán en el Teatro Fernández de Rojas en Madrid, el próximo mes de mayo, para celebrar que su trayectoria musical cumple ya tres décadas.

Creada por el cantante de tango Antonio Bartrina en un local madrileño, esta banda, formada también por Fernando Gilabert al contrabajo y Sacri Delfino a la guitarra, ha publicado doce discos que respetan la inmortalidad del tango, al tiempo que ofrecen composiciones originales. Esta particular e intensa forma de entender el género musical es la que transmitirán en sus conciertos, en el ambiente íntimo que ofrecen los teatros y las salas pequeñas donde prefieren actuar, explica Bartrina. Lo harán con un repertorio que aúna temas rescatados de sus primeros discos con otros más recientes.

Piezas clásicas

Pero la novedad de esta gira será la interpretación por "primera vez" de tangos clásicos que hace treinta o cuarenta años cantaban autores argentinos y uruguayos y "algún que otro español como el catalán de La cieguita", asegura Bartrina. Son temas que hasta ahora Malevaje no había interpretado sobre los escenarios, algunos populares, pero otros desconocidos para el gran público como Mi canción de ausencia, con la que "abrirán" el concierto de Zaragoza. Algunos de ellos responden a una temática social, con unas letras punzantes y realistas, como requiere "la actual situación que vive no solo España también otros países, sin que falten las canciones que hablan del amor y de los sentimientos", apunta. "Por ejemplo, tocaremos también Tango sin nombre de nuestro último disco que cuenta cómo vemos el mundo en general, con la panda de mangantes que nos rodea en todos los países, esos amos del mundo que existen en todos los sitios", asevera con contundencia.

Habrá también alguna sorpresa durante la actuación, una fusión musical de la que Antonio Bartrina no ha querido dar más detalles para no desvelar más de la cuenta. "Siempre nos han dicho que no hacemos fusión, pues ahora en nuestro 30° aniversario la vamos a hacer", indica. Así, este trío de tango, que funciona "a la perfección", continúa probando nuevas técnicas musicales con la coordinación que aporta el haber tocado juntos desde sus inicios, en el caso de Antonio Bartrina y el contrabajo Fernando Gilabert.

Esta semana volverán a Aragón donde han tocado en numerosas ocasiones y donde les espera un público "mayor" aunque, entre sus seguidores, también hay jóvenes que se decantan por otro tipo de música más allá de la puramente comercial, concluye.