Durante los próximos días, los medios de comunicación (previsiblemente) recordarán la figura de la actriz y cantante Judy Garland, ya que el 22 de junio se cumplirán 50 años de su fallecimiento. Fue hija, hermana, esposa y madre de artistas (el director Vincente Minnelli y Liza Minnelli), obtuvo todos los premios artísticos posibles (Oscar, Globo de Oro, Grammy y Tony, entre otros) pero, pese a ello, fue una persona que tuvo una vida menos feliz de lo que parecía. En la cima de su carrera permanece, entre otras, El mago de Oz, la película que consolidó la fama que había ido edificando en sus comedias junto a Mickey Rooney.

Este filme fantástico cumple, también estos meses, un aniversario redondo, ya que se estrenó hace 80 años (en agosto de 1939) en EEUU. Para conmemorar ambas fechas, el escritor y director de cine Víctor Matellano (Parada en el infierno, Regresa el Cepa) ha recopilado en un libro las mejores curiosidades de la película, El Mago de Oz. Secretos más allá del arcoíris, que está incluido en la colección Lumiere de Sial-Pigmalión. Cuenta con un prólogo firmado por el presentador de televisión y escritor Boris Izaguirre, así como una cubierta diseñada por Sanjulián, el mítico ilustrador de las publicaciones Vampirella o Creepy norteamericanas. Estos son algunos de sus fragmentos que documentan el complejo rodaje del filme.

-De la novela al cine. El filme estaba basado en la novela original de L. Frank Baum, pero introducía muchos elementos diferentes respecto al libro. Por ejemplo, ni la Bruja era verde, ni los célebres chapines eran rojos.

-El reino del azar. El nombre de Oz para ese mundo fantástico se debe a la casualidad. Surgió de uno de los cajones del archivador de su autor, que marcaba los apartados de las letras O-Z. También en la trayectoria de la película intervino el azar. A pesar de no ir mal en taquilla, no fue un éxito comercial debido a su elevado coste. En realidad, fueron sus pases televisivos los que la elevaron a la categoría de mito. Y también fue fruto del destino, la cadena CBS quería adquirir los derechos de Lo que el viento se llevó, algo entonces inusual. Pero la Metro se negó a la operación y acabaron aceptando comprar otra de las películas de su catálogo que fue, precisamente, El mago de Oz, lo que provocó que sus pases regulares hicieran que varias generaciones descubrieran la película.

-Blanco y negro y ¿color? Las secuencias que transcurren en Kansas eran en blanco y negro, mientras que las de Oz eran en Technicolor, pero los norteamericanos pensaban que era toda en blanco y negro, ya que así se veía entonces la tele y así la recordaban.

-Un rodaje muy poco fantástico. Su realización fue un monumento a la crueldad de los estudios de Hollywood con sus empleados. Los titulares de los departamentos del estudio eran quienes recogían los Oscars, independientemente de que no hubiesen compuesto la música ni diseñado los decorados. A eso se unía que los actores y los directores iban saltando de un proyecto a otro y de un estudio a otro sin ser preguntados por los directivos. Abusos de poder y de los otros, accidentes y mucha crueldad.

-Sucesos de todo tipo. Durante la filmación sufrieron accidentes hasta los patitos del río, teñido de azul con pintura para darle el color. Accidentes de todo tipo, desde los figurantes colgados de los alambres como monos alados hasta el pequeño Totó que sufrió un esguince. El primer intérprete del Hombre de Hojalata sufrió un broncoespasmo debido al maquillaje. Y pasaron por el hospital las intérpretes de la Bruja, la actriz y la especialista, con múltiples contusiones y terribles quemaduras. Todo estaba en función del color y para ello se necesitaba mucha luz. Y tanta luz eleva la temperatura del plató, entre otros inconvenientes como unos efectos especiales que aún no habían sido plenamente desarrollados.

-De niña a mujer. Judy Garland tenía 16 años durante el rodaje. No era lo suficientemente pequeña para ser una estrella infantil ni lo suficiente mayor para ser juvenil. Tenía un físico no muy estilizado y eso generaba problemas para el estudio. Se le había hecho una cirugía nasal, arreglos dentales, se sometía a una estricta dieta y se le aplicaron apretados corsets para esconder el pecho. También le recomendaron un truco para disimularlo de una manera muy sencilla: "Tu aprieta mucho contra el pecho a Totó, lo quieres mucho...".

-Bajo presión. Para presionarla, como a todas las estrellas, se le hacía saber que siempre tenían una cover entrenada, otra chica dispuesta a sustituirla. "Si fallas, si te desmadras, se te sustituye", le decían. También tenía una persona que la "cuidaba" pero que, en realidad, actuaba como espía de los directivos.

-El inicio de sus problemas. El rodaje fue muy duro y para que lo pudiera resistir le dieron anfetaminas de día y barbitúricos de noche. Ahí nacieron gran parte de las adicciones que la acompañaron en su vida.

-Casi nos quedamos sin arcoiris. Su canción más famosa fue Over the rainbow, pero el mandamás de la Metro, Louis B. Mayer, decidió eliminarlo tras uno de los pases de prueba. Los directivos del estudio creían que "ralentizaba el ritmo" y que no era propio de una estrella de la MGM "cantar en un corral". Afortunadamente, recapacitaron después. Sobre quién consiguió mantener la canción al final, hay varias teorías. Como fue un éxito, se atribuyeron el mérito varios responsables.

-Un símbolo universal. El Mago de Oz se ha utilizado a lo largo del tiempo como símbolo social, económico o político. Por ejemplo, a la muerte de Margaret Tatcher se volvió a escuchar aquello de "Ding, Dong, the witch is dead...". También se convirtió en un icono gay. El colectivo encontró señales ocultas. De ahí viene el término "Estoy con los amigos o amigas de Dorothy", equivalente a "Estoy en el movimiento". Y la identificación de la bandera con el arcoíris.

-La leyenda del ahorcado. A partir de la aparición del vídeo surgió la teoría de que, al fondo de un escenario, se veía a un hombre ahorcado en un árbol. Unos decían que era un técnico del equipo. Otros, que era uno de los Munchkins. Incluso se hablaba de un fantasma. Desde la compañía siempre se dijo que eso era falso. Y lo cierto es que en las últimas versiones de DVD lo han borrado. Quién sabe, con lo que pasaba en esos platós... Hasta se comentaba que había habido múltiples orgías y excesos alcohólicos organizadas por los pequeños intérpretes de los Munchkins...

-The dark side of the rainbow. Otro dato curioso es la relación que se ha establecido con el álbum The dark side of the moon, de Pink Floyd. Consiste en ver la película sin sonido y escuchando el disco por debajo. Los músicos siempre dijeron que es una coincidencia. Pero resulta estremecedora porque coinciden los movimientos. Está estudiado por la psicología. La película cubre como dos vueltas del CD y hay que empezar a poner la música en el tercer rugido de Leo, el león de la Metro.