Los billetes de 500 euros reciben el sobrenombre de ‘binladens’ porque todo el mundo sabe que existen, pero casi nadie los ha visto. Así que los '70 binladens' que dan título a la nueva película del director vasco Koldo Serra equivaldrían a 35.000 euros, que es la cantidad de dinero que una mujer desesperada (Emma Suárez) necesita conseguir en 24 horas para hacer frente al pago de un chantaje, o algo parecido. Su problema es que, justo cuando está a punto de conseguir un préstamo in extremis, un par de atracadores de medio pelo, ella tuerta (Nathalie Poza) y él yonki (Hugo Silva), irrumpen en la oficina bancaria. El resultado vendría a ser una combinación a la bilbaína de ‘Tarde de perros’, de Sidney Lumet (1976), y ‘La estanquera de Vallecas’, de Eloy de la Iglesia (1987), “una peli de atracos y rehenes, pero de atracos de andar por casa, con cierto aire costumbrista cercano, como de barrio”, según explica el propio Serra en animosa conversación con este diario. '70 bilandens' se ha proyectado este viernes en Sitges dentro de la siempre electrizante sección Òrbita.

“El rollo costumbrista es la clave de la película”, reitera el director de ‘Bosque de sombras’ (2006), obsesionado en eludir los clichés del cine de atracos reciente. “Nada de hipertecnología, de golpes perfectos, de informáticos entrando a ‘hackear’ el sistema, de tipos colgándose de cuerdas”, afirma Serra, ataviado para la ocasión con americana oscura y, debajo, una camiseta de The Misfits. “Estamos en una oficina bancaria de barrio, cercana, un poco al estilo de 'La estanquera...'. La idea es que todo fuera mas o menos creíble, realista, con humor negro para distendir, con un jefe de policía que pareciera de verdad y no el puto amo. Y con esos dos atracadores, dos balas perdidas que no tienen previsto ningún imprevisto".

Dos ganadoras del Goya

Más allá del brío narrativo y los traviesos requiebros de guion, la gran baza de '70 binladens' son sus personajes altos en voltaje y carisma, tanto la mujer que necesita la pasta como sea, de intenciones misteriosas, como los dos asaltantes, desmañados, volubles, medio lerdos. “Ha sido increíble trabajar con estos actores”, reconoce Serra. “A Hugo le conozco desde hace años en series que henms hecho juntos. Y Emma y Nathalie son tan buenas… Casi mejor era dejarles hacer. Cuando la peña es tan buena, mejor que el director no se meta y les distraiga, no la vaya a cagar”, ríe el director, consciente de que ha tenido entre manos a las dos últimas ganadoras del Goya a la mejor actriz. “Poca broma”.

Hace siete años, unos amigos le pasaron el primer guion de ’70 binladens’. “Tres tipos de Bilbao, colegas míos. No sabía de qué iba, pero ya les dije que con ese título yo quería rodarlo”. Estaba todo escrito y desarrollado, a punto de caramelo, pero el proyecto quedó paralizado cuando a Serra le ofrecieron rodar ‘Gernika’ (2016). “Es curioso. Tardé diez años en poder hacer mi segunda película y ahora he podido hacer la tercera en menos de dos. A ver si cojo carrerilla, porque no estoy para esperar otros diez años. Tengo una edad”, bromea el director, cuya ópera prima fue la sorprendente ‘Bosque de sombras’, con la que pareció que iba a comerse el mundo. Y no. “Debutas con una peli con Gary Oldman, Virginie Ledoyen y Aitana Sánchez-Gijón, y piensas que la segunda te vendrá enseguida. Diez años de tu puta vida esperando… No he parado de currar haciendo televisión y videoclips, pero nada de cine hasta ‘Gernika’. Levantar películas en este país es un milagro”.