Agustín Almodóvar será el nuevo presidente de la Academia de Cine, siempre y cuando acepte la propuesta de sus compañeros que le han dado un respaldo mayoritario. El productor tomará hoy una decisión sobre esta nueva responsabilidad y la junta directiva de la Academia comunicará la composición definitiva de su cúpula formada por el presidente y dos vicepresidentes.

La asamblea de la Academia, celebrada ayer, se enfrentó a una situación insólita: elegir un presidente entre los 33 miembros de la junta directiva (26 más los siete expresidente de la institución). Era la primera vez en que el presidente saliente, en este caso Mercedes Sampietro, no había designado un sucesor, por lo que hubo de recurrirse a la aplicación de los estatutos. La actriz se hizo cargo de la Academia en octubre del 2003 tras la dimisión de su colega Marisa Paredes.

En la reunión se emitieron unos 200 votos de los más de 1.000 profesionales inscritos en el censo. Almodóvar fue el más votado. Por detrás y a "notable distancia", según Gerardo Herrero, miembro de la junta, quedaron empatados con el mismo número de sufragios José Luis Borau, Mercedes Sampietro y David Trueba. La junta directiva deberá resolver quienes de estos tres ocuparan las dos vicepresidencias.

Tras conocer la voluntad de sus compañeros, Almodóvar, que ha sido vicepresidente con Sampietro, decidió tomarse el día de ayer para reflexionar sobre si aceptará o no el cargo. Semanas atrás se comentó en el sector las dificultades de tiempo y trabajo que tendría el cabeza visible de la productora El Deseo para ocuparse de la presidencia de la Academia.

Este ha sido uno de los principales problemas que ya detectaron los que le precedieron en un puesto políticamente polémico y no remunerado. También ha sido una de las causas de que nadie diera el paso para presentar su candidatura, tras vivir de cerca las etapas más críticas de la institución en las dos últimas galas de los premios Goya protagonizadas por el No a la guerra , la libertad de expresión --tras la polémica por el filme de Julio Medem La pelota vasca -- y el rechazo al terrorismo.

Gran parte de los miembros de la Academia consideran que es obligado abrir un debate sobre el futuro de la institución y el papel de sus cargos directivos e incluso apoyan la profesionalización del cargo.