La recién creada Academia de las Artes del Folclore y la Jota de Aragón busca «dignificar y poner en valor este patrimonio», tal y como explicaron ayer sus integrantes en la Comisión de Comparecencias Ciudadanas y Derechos Humanos del Parlamento aragonés.

«Somos un colectivo muy importante que necesitaba una norma con entidad jurídica», explicó el presidente de la academia, Carmelo Artiaga.

El grupo cuenta con 140 académicos, que forman parte de un colectivo de 320 grupos, 150 escuelas y 4.000 actuaciones anuales, que llegan a 2.000.000 de usuarios.

Desde la academia han propuesto ante las Cortes la regulación de la enseñanza de la jota y el reconocimiento profesional de los expertos que imparten clases. Además, entre sus objetivos está que la jota sea declarada Patrimonio Inmaterial de la Unesco.