La junta de la nueva Academia del Folclore y la Jota repitió ayer en su presentación la petición de independencia económica que les hizo a los grupos políticos en las Cortes el pasado martes. «No les pedimos dinero, les dije que nos vamos a autofinanciar» reafirmó Carmelo Artiaga, presidente de la Academia. También volvieron a recordar que lo que sí exigen son «leyes para que los colectivos culturales sean independientes, si no estaríamos hablando de clientelismo» aclaró. Por ello mismo, piden que se apruebe una nueva ley de mecenazgo que haga posible este objetivo. «No queremos ser un mero órgano consultivo, queremos ser un órgano jurídico con influencia» añadió el presidente haciendo referencia a que ya existen academias en otros ámbitos de las artes «como el cine o de las artes escénicas». «Esto es una carrera de fondo», concluyó Artiaga haciendo saber las dificultades a las que se enfrentan.

La Academia de las Artes del Folclore y la Jota de Aragón presentó ayer sus planes para el futuro después de llevar casi un año trabajando en su creación. Oficialmente este proyecto echó a andar el pasado septiembre, pero según quiso dejar claro su presidente no han querido hacer públicas sus intenciones hasta que no estuvieran todos los asuntos legales solucionados. Uno de sus primeros proyectos es la petición a la Unesco deque se declare la jota como bien de interés inmaterial de la humanidad.

objetivos claros / El principal fin de esta nueva organización es el fomento del folclore y la jota de Aragón, una meta que se concreta en propuestas como la regulación de la enseñanza, el reconocimiento de los profesionales que se dedican a ello y la difusión de este legado cultural. También quisieron aclarar ayer que esta Academia no es solo de jota, spuesto que el folclore aragonés es «mucho más», y esa precisamente es una de las claves del éxito que están teniendo hasta ahora. «Cuando una iniciativa de este tipo surgía desde el mundo de la jota siembre había sido vista de forma recelosa por el resto del colectivo del folclore, lo que no está pasando ahora. No somos grupos contrapuestos, somos gente que caminamos en la misma dirección», dijo Juan Labrador, secretario de la Academia. Además, esta intención se plasma en el propio nombre de la organización y en la integración de miembros del folclore, como los gaiteros de Graus, en la institución.

La Academia de las Artes y el Folclore y la Jota de Aragón está integrada por un presidente y cuatro vicepresidencias, cada una formada por un hombre y una mujer. Hay dos vicepresidentes por provincia y otros dos para el exterior, uno en Madrid y otra en Buenos Aires. Para poder ser académico hay que presentar un currículum que demuestre la práctica de alguna de las variedades de estas artes y existen cuatro tipos de académicos: asociados, ordinarios, extraordinarios y de honor. Artiaga esclareció que ninguno de los miembros de la junta directiva recibe remuneración por su trabajo,

Durante estos meses previos a la presentación los académicos han estado recopilando datos que justifiquen e impulsen su trabajo. Según sus cálculos, las diferentes facetas del mundo del folclore y la jota abarcan un total de 320 grupos y 150 escuelas, lo que se traduce en un número de 4.000 actuaciones anuales. Añaden, asimismo, que el colectivo que se dedica de manera profesional tanto amateur a estas artes es de 80.000 personas y que tienen un público potencial de dos millones.

En cuanto a algunos planes futuros de la academia están la creación de unos premios anuales que reconozcan la labor de los profesionales del folclore y la jota, la puesta en marcha de una enciclopedia on line sobre grandes nombres de estos campos, hacer un museo virtual o la captación del público joven a través de las redes sociales.