Dos estrenos han marcado los conciertos de Pirineos Sur que han tenido lugar esta semana, en el escenario de Sallent de Gállego: los espectáculos de Couscous Party y Pascual Gallo y Flamencos de Aragón. Además, por el pabellón deportivo han pasado el gitano búlgaro Jony Iliev y el colectivo zaragozano de raperos La Tosca.

Couscous Party es una banda de reciente creación, armada en torno a varios componentes de Especialistas. Mas conviene aclarar que su propuesta poco tiene que ver con la que anima a los creadores de Un pez en mi maleta .

Couscous transita por los territorios del afrobeat nigeriano y del makossa camerunés. Esa es su oferta, que sin duda crecerá en el futuro con otras aportaciones rítmicas. Guitarra, batería, bajo, teclados, voces, percusiones, y tres saxofones dan vida a un cosmos sonoro que engarza con bases programadas, en un intento de puesta al día de la herencia africana. No obstante, hoy por hoy ese equilibrio es inestable, y lo orgánico pesa mucho más que lo sintético. Hay otros peros que añadir al estreno de Couscous Party: unos textos demasiado livianos y algo escorados hacia el estilo Manu Chao, y alguna carencia en el ritmo interno del espectáculo; pero es justo anotar en su haber la soberbia ejecución de unas canciones excelentemente construidas. Un gran comienzo, pese lo apuntado en el debe, de una formación que puede y debe dar mucho juego

Lo de Couscous fue el martes, 27. Al día siguiente, Pacual Gallo y los Flamencos de Aragón ofrecieron ya madurado el proyecto que les ha reunido a iniciativa de Pirineos Sur y el festival francés Nuits Atypiques de Langon.

Gallo es un excelente guitarrista francés, de personal y cálido toque; los Flamencos de Aragón no son otros que los artistas gitanos de Zaragoza Josué Barrés y Jesús Bautista El Patas (percusiones), Konfú (cante), Roberto Giménez (cante y coros) y David Giménez (coros y baile).

RESULTADO ATRACTIVO

La apuesta tiene nervio y presenta resultados atractivos. A falta de más rodaje (el día 1 de agosto se presenta en Langon, y unos días después, en Budapest), conviene destacar en ella lo que de proyección y de método de trabajo tiene para los flamencos zaragozanos que la integran. El pianista El Musi y el guitarrista Alejandro Monserrat (con su grupo) abrieron la velada.

El búlgaro Jony Iliev dio el domingo un concierto en el que mezcló el turbofolk (en su variante búlgara) y canciones más reposadas y excitantes. Su voz gitana engancha. La Tosca, por su parte, desplegó el lunes toda la energía del hip hop en un pabellón que soporta muy mal la traca del rap.