La bailarina Aída Gómez y la coreógrafa Teresa Nieto obtuvieron ayer el Premio Nacional de Danza 2004, en su modalidad de interpretación y creación, respectivamente, que otorga el Ministerio de Cultura y que están dotados con 30.050 euros.

Aída Gómez, nacida en Madrid en 1967, inició sus estudios de danza a los siete años, finalizándolos a los doce con matrícula de honor en el Conservatorio de Madrid. Ha actuado junto a grandes figuras de la danza y en 1998 se convirtió en la más joven directora artística del Ballet Nacional de España y, ese mismo año, fue galardonada con el premio Max de las Artes Escénicas a la mejor bailarina del año. En el 2001 realizó un montaje de Salomé , de Saura, que luego fue llevada al Cine. De hecho, la colaboración con el director aragonés sigue y Aída Gómez, se enteró del premio cuando iba camino a los ensayos de su nuevo proyecto con Saura sobre una ópera de Albéniz.

La bailarina se mostró "sorpendida y "muy contenta" con este premio que no esperaba y dijo agradecer "que en tu país te reconozcan, te valoren y se acuerden de ti".

Teresa Nieto, nacida en Tánger en 1953, compaginó sus estudios de danza española, clásica, solfeo y piano. En 1979 se trasladó a Madrid donde descubrió el lenguaje contemporáneo, de la mano de Teresa Trujillo, Carl Paris y Christine Tanguay, mientras continuaba sus estudios de danza clásica con Edith Mariño, Víctor Ullate, Carmen Roche y Luc Bouy, entre otros.

Desde entonces, su experiencia profesional se reparte entre su trabajo personal como coreógrafa y su colaboración como bailarina. Ha bailado con las compañías Bocanada, María José Ribot, Carl París, Dense Perdikidis, Margeret Jova e Iñaki Azpillaga. Ha realizado numerosas coreografías: Dos veces breve, Calle del Cordón, Tórtola, Solipandi y Consuelo , entre otras.

"Feliz e incrédula" se mostró Teresa Nieto poco después de conocer la noticia y llamar a sus familiares más cercanos para compartir su alegría. "No me lo podía imaginar" porque a veces, confesó, parece que no se aprecia el trabajo en la danza contemporánea, "más marginal y minoritaria". Por ello, confía en que este galardón sirva para que se preste más atención a la danza contemporánea.

La coreógrafa espera que en la decisión del jurado haya pesado "más que el talento, el reconocimiento al esfuerzo, la actividad y el haber salido de baches poniendo riñones".