El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, eludió valorar los resultados de la auditoría realizada a Zaragoza Cultural de los años 2016 y 2017 ni tampoco abordó los resultados del año pasado de la sociedad que han levantado polvareda entre la oposición.

Si bien, la pregunta de Ciudadanos, en boca de Sara Fernández, por la que compareció ayer Pedro Santisteve se circunscribía a las anomalías detectadas por la auditoría a Zaragoza Cultural en los años 2016 y 2017, al final también se habló de las cuentas de 2018 que sitúan a la sociedad, según Sara Fernández, «en posible causa de disolución al contar con un patrimonio negativo». El posible lo utilizó porque esto sucedería si a los 741.404,49 euros de pérdidas reflejadas en las cuentas del 2018 «se le añaden los 338.076,37 euros que se han contabilizado en el 2019 pero que sospechamos son también del año pasado». Algo en lo que coincidió también Lola Ranera, del PSOE y María Navarro, del PP; mientras que Carmelo Asensio, de CHA, también señaló que «las cifras huelen muy mal».

Con respecto a la auditoría del 2016 y 2017 provocada a raíz del caso Río y juego, la oposición tampoco le dio tregua a Rivarés: «Vino a levantar alfombras y la alfombra se la hemos levantado a usted», señaló la portavoz del PP, María Navarro que anunció que, «dado que no se asumen responsabilidades políticas», su partido «va a llegar hasta el final» aludiendo a una denuncia.

A todo ello, el alcalde Pedro Santisteve se limitó a decir que «dará las explicaciones oportunas a su debido tiempo» por lo que fue el propio Fernando Rivarés el que defendió su gestión al frente de Cultura: «No hay ninguna causa de disolución porque esos gastos son posteriores al 2018 pero la verdad les importa un pimiento y hacen demagogia barata ahora que vienen elecciones». Con respecto a la auditoría, Rivarés defendió que «se habla de posibles responsabilidades, no se afirma que las haya pero de las 16 recomendaciones que recoge 13 ya han sido subsanadas y se está trabajando en las otras tres».

Junto a esta comparecencia del alcalde, estaba prevista la celebración de una Junta General Extraordinaria de Zaragoza Cultural y una comisión extraordinaria. La junta fue finalmente suspendida por los solicitantes porque, denunciaron, «no se han entregado el detalle de las cuentas del 2018 que dijeron que nos iban a facilitar en el último consejo». La comisión, por su parte, solicitada por el PP, también fue desconvocada.