La ciudad siguió a El castillo, y ahora El monasterio cierra el ciclo. Luis Zueco es el creador de esta saga medieval que ha recorrido Aragón a través de los paisajes y los personajes que hicieron de la Edad Media un tiempo oscuro y misterioso. A los pies del Moncayo, el Monasterio de Veruela es el escenario elegido por Zueco para situar a sus protagonistas, un paraje que en pleno invierno de 1360 era mucho menos visitable de lo que es hoy en día, al igual que el castillo de Grisel, una fortaleza convertida en hotel y en la que vive este escritor. Hoy a las 19.30 horas, Luis Zueco, natural de Borja, presentará su última novela en el Teatro Principal.

<b>-El Monasterio de Veruela, el lugar que inspiró a Bécquer, es el paraje escogido para situar su novela. ¿Por qué allí? </b>

-Por muchas razones. Este fue el primer monasterio que se fundó en el Reino de Aragón y uno de los mejor conservados de toda España. Preserva muy bien la esencia. Este monasterio tiene algo especial, y no solo el edificio en sí, sino toda la zona del Moncayo.

<b>-Un monasterio además que regían los cistercienses, una orden bastante particular y con mucho poder. </b>

-Esta es la clave. Pensamos en un monasterio como en un sitio aislado donde los monjes rezan en silencio, y eso solo es una parte de su tiempo. Los monasterios del Císter son centros de poder y allí donde se concentra mucho poder siempre hay corrupción, traición, envidias, deseos de ascender, muertes y todo lo peor del hombre.

<b>-Resulta curiosa la forma en la que va presentando a los personajes. </b>

-La novela va de dentro a fuera. Comienza en el corazón del monasterio, en la iglesia, y poco a poco se van conociendo más estancias hasta que se sale de las murallas y se empiezan a conocer a los personajes no religiosos de la novela, y ahí es donde aparecen las niñas que después son claves en la historia. Fue la forma que tuve de incorporar personajes femeninos, sin ellas la novela quedaba muy desequilibrada.

<b>-La novela se centra en parte en la historia del infante Alfonso, hijo de Jaime I el Conquistador. ¿Quién fue? </b>

-Alfonso fue el primogénito del famoso rey Jaime I y es él quien tendría que haber sido rey, pero pasaron cosas muy raras. Alfonso murió de manera extraña justo cuando se acababa de casar. En ese momento además, Jaime I ya había mostrado preferencias por los hijos que tuvo con su segunda esposa, que fueron los que finalmente reinaron. Además Alfonso murió en un momento muy oportuno para sus hermanastros y no se sabe muy bien cómo, como tampoco se sabe por qué lo enterraron en Veruela y no en Huesca, donde él había pedido.

<b>-Otro de los personajes clave es Bizén, a través del cual descubrimos los secretos del monasterio y que tiene muchos rincones oscuros en su ser. </b>

-Sí, aunque también tiene muchas luces. Es un personaje muy complejo, y tener esas sombras le permite comprender lo que está ocurriendo en el monasterio. Allí todo el mundo oculta algo, incluido él mismo. <b>

-¿Cómo se relacionan los hechos históricos con los personajes de ficción en su libro? </b>

-He intentado que haya equilibrio. Todo lo que aparece de historia es porque es importante para la trama, no hay nada de relleno. Y por otra parte he tratado que los personajes de ficción sean lo más reales posibles, pensando siempre que estas personas pudieron existir en la época.

<b>-Su novela es una mezcla de ‘thriller’ y novela histórica, los dos géneros que más éxito cosechan en la actualidad. </b>

-Sí, al final todo consiste en sorprender al lector, y para ello todos los recursos valen.

<b>-Debido a los conflictos políticos actuales, hoy en día se habla mucho de la historia de la Corona de Aragón, aunque a veces con desconocimiento. ¿Es realmente relevante lo que ocurrió hace siete siglos? </b>

-La historia es muy importante. Al final somos lo que somos por todo lo que ha pasado antes. Somos aragoneses porque aquí antes hubo un reino, con sus reyes, sus conflictos y sus enfrentamientos y hemos ido heredando eso. Es muy importante conocer nuestro pasado. Por ejemplo, casi nadie sabe nada sobre la guerra de los dos Pedros, pero fue el conflicto medieval más importante en España entre reinos cristianos. Esta contienda acabó en Castilla con una guerra civil y la muerte de un rey al que sucedió una nueva dinastía, los Trastámara, que años después reinaría también en Aragón. Esto cambió la historia de España en su conjunto y de toda Europa occidental.

<b>-¿Supongo que se habrá preparado para las comparaciones con ‘El nombre de la rosa’?</b>

-Sí (ríe). El problema de El nombre de la rosa es que lo abarca todo. Siempre que haces una novela situada en la Edad Media te comparan con Eco, y si es un thriller ya ni te cuento. En mi anterior novela, que está ambientada en Albarracín, también me sacaron similitudes porque salía un monje. Hay novelas que marcan tanto un género que es inevitable que te comparen con ellas, pero por ejemplo mis referencias están mucho más cerca de Bécquer. Me he servido mucho de sus descripciones sobre estos paisajes para escribir la obra.