Que Pedro Almodóvar haya decidido estar presente este año en la Mostra a pesar de la pandemia puede entenderse como un gesto de gratitud hacia el festival que hace solo un año le otorgó un León de Oro en honor a sus más de cuatro décadas de carrera pero, como él mismo ha sugerido esta mañana, también tiene algo de reivindicación. "Inmediatamente después del fin del confinamiento me lancé a rodar esta película, y el mes que viene empezaré a preparar la próxima", aseguraba el manchego tras la proyección para la prensa de su nuevo trabajo, el cortometraje 'La voz humana'. "A pesar de la incertidumbre que nos envuelve tenemos que seguir haciendo cine, y seguir yendo al cine. Porque ir al cine nos permite aterrorizarnos, llorar y emocionarnos frente a una pantalla grande, a oscuras, rodeados de extraños. Y, a nivel humano, es es una experiencia es esencial".

La primera ficción del cineasta filmada en inglés adapta a la pantalla el texto del mismo nombre escrito hace nueve décadas por el francés Jean Cocteau, en el que se escenifica la última conversación telefónica de una mujer al borde de la locura con el amante que la ha abandonado. El monólogo, versionado en su día por Roberto Rossellini en 'El amor' (1948), ha sido un referente para Almodóvar desde hace años: fue una de las fuentes de inspiración de la historia que contaba 'Mujeres al borde de un ataque de nervios' (1988); y la actriz encarnada por Carmen Maura en 'La ley del deseo' (1987) protagonizaba una representación escénica del mismo. "Creo que, después de esta vez, ya no volveré a molestar el texto de Cocteau", ha bromeado hoy el director.

En cualquier caso, las palabras que la película pone en boca de la actriz Tilda Swinton -casualmente, una de las premiadas este año con el mismo galardón que Almodóvar recibió en 2019- tienen poco que ver con ese modelo. "Para rodarla tenía que apropiarme del texto original, de otro modo no sé trabajar", confiesa el director. "He querido convertirlo en algo casi opuesto, porque de otro modo no reconocía a la protagonista como una mujer contemporánea. No he tratado de corregir a Cocteau, sino de digerir el relato a mi manera respetando los sentimientos de soledad, desesperación y duelo que transmite". De hecho, esta versión de 'La voz humana' es una historia de venganza. En una de sus primeras escenas, Swinton va a una ferretería para comprar un hacha, y en otra descubrimos que su colección de dvds incluye 'Kill Bill'.

GANAS DE ARRIESGAR

Almodóvar rodó 'La voz humana' en un tiempo récord y, explica, con una voluntad de tomar riesgos. "Es un trabajo muy ambicioso a nivel estético, y una ficción esencialmente teatral pero a la vez esencialmente cinematográfica". La película, además, convierte la nave industrial en la que fue rodada en algo parecido a un personaje más. "Se trata de mostrar que los personajes en el cine viven en un espacio que es un decorado". Su espíritu experimental, su duración -30 minutos- y su idioma, en todo caso, no son lo único que la convierte en un desvío. "Siento que al dirigir 'Julieta' inicié un nuevo ciclo creativo porque tanto entonces como después en 'Dolor y gloria', adopté una narración mucho más contenida. Y aunque quiero seguir investigando esa austeridad y esa sobriedad, 'La voz humana' es un corto excesivo y muy barroco, y que por momentos bordea el Gran Guiñol".

El director, que en breve empezará a rodar el largometraje 'Manual para mujeres de la limpieza' asegura tener varias historias más en fase de desarrollo, entre ellas una distopía ambientada en un mundo en el que todas las salas de cine han cerrado. "El confinamiento ha demostrado hasta qué punto la gente depende de la ficción, que ha sido uno nuestro principal modo de entretenernos estos meses". Ahora es más fácil convencer al público de lo necesaria que es la cultura. Todo lo que hemos estado viendo en 'streaming' ha sido escrito por alguien, iluminado por alguien, e interpretado por alguien".