El beso significa "palabra articulada simultáneamente entre dos hablantes". "Sistema para nombrar lo que se desconoce", definición que corresponde a idioma; mientras que al decir joder se alude a un "verbo transitivo de admirable polivalencia". Tres ejemplos del casi millar de términos que se incluyen en los Barbarismos (Páginas de Espuma) que el argentino Andrés Neuman acaba de publicar.

No se trata de un diccionario al uso, en todo caso es "canalla". Tiene "menos de lo que parece" de las greguerías de Gómez de la Serna porque "tienen más de imaginación visual y poética que de reflexión de pensamiento". Para su autor, "lo más atractivo" radica en que "mantuviese la apariencia de un diccionario pero con un sentido completamente satírico".

Barbarismos. Un título que obedece a un juego intencionado que ofrece las distintas posiblidades de "la raíz de la palabra". Por un lado, "reflexionar humorísticamente sobre la barbarie de nuestro tiempo". También hay algo de "maltrato al lenguaje porque he querido atentar contra la institucionalización del lenguaje" y tampoco falta la idea de "pasarlo bárbaramente bien con las palabras"

El proceso de elaboración de este libro ha sido "muy divertido". "Lo he trabajado por capas", confiesa Neuman. Algunas "lexicográficas", otra era la referida a lo "político y social" y una última fase que "tenía que ver con el vocabulario personal", haciendo el libro "más íntimo de lo que yo creía". En síntesis, el lector se encuentra ante un libro que se puede leer "con diversas miradas". A saber: "como una distorsión humorística de un diccionario clásico, como un microensayo a fogonazos sobre política, sociedad, sexo y deporte" y, finalmente, puede afrontarse también como "un pequeño glosario personal".

A Neuman le cuesta rescatar tres términos incluidos en este diccionario de los que se sienta especialmente orgulloso. "Nunca estoy especialmente satisfecho con nada", señala con convicción. Ese es, precisamente, "el motivo por el que uno sigue escribiendo". Cuando finalmente se decide, saca a la luz corazón, "músculo peculiar que, en vez de levantar peso, lo acumula"; igualmente, llama su atención la segunda acepción de leer, "acción y efecto de vivir dos veces". El tercer término que destaca es viejo, "joven tomado por sorpresa".

El origen de Barbarismos parte de la colaboración que el autor hacia de forma regular en el suplemento cultural del Abc. Sin embargo, recuerda que "es algo distinto de una recopilación", dado que "buena parte de las entradas nunca se publicaron y las que salieron, han sido muy reescritas". "Se puede decir que el origen sí que estaba en el suplemento", pero tras un tiempo "me dí cuenta de que lo que empezaba a apetecerme era hacer un libro".

Más de un lustro "de trabajo intermitente" ha tardado Neuman en juntar todos los términos que aparecen en Barbarismos. "Tenía 2.000 palabras, por lo que he descartado la mitad", reconoce. También admite que "fue más dura la corrección que la propia escritura" de esta obra literaria. Cinco años de "permutación de palabras, de tachados, de reescritura...".

Autor, además, de varias novelas, cuentos poesías y un libro de viajes por Latinoamérica, a Andrés Neuman no le resulta baladí decantarse por un género en concreto. Habla de "dopaje lingüístico" para referirse a lo que realmente le da "placer y también dolores de cabeza", que no es otra cosa que "trabajar en libros distintos y en distintos géneros".