La compañía Ánima Eskola de Bilbao, que dirigen Algis Arlauskas y Marina Shimanskaya, fue la encargada de estrenar el pasado domingo el auditorio del montel del Prao en Jaulín, con el drama de Federico García Lorca, Bodas de sangre.

"Un estreno exclusivo en un lugar especial", como decía la publicidad de la compañía vasca. Y es que Aragón estrena así un nuevo anfiteatro, que tardará mucho tiempo en terminarse, pero que ya cuenta con un escenario, un lugar para la orquesta, 102 asientos construidos y dos camerinos. Un teatro al aire libre en el que no hay posibilidades de cerrarlo, por lo que todos los espectáculos son forzosamente gratuitos. Hecho con material reciclado de las escombreras del término, y en el que no hay espacio para la simetría, ni para la regularidad ni mucho menos para la uniformidad. Desde el Anfiteatro de Jaulín se puede ver todo el pueblo, un gran paisaje estepario, el cementerio y alguna granja. La acústica es excelente. Y tiene la posibilidad de ampliarse para 1.500 o 2.000 espectadores (en un municipio que no llega a los 300 habitantes).

Toda la representación estuvo muy cuidada y adaptada al espacio. No solo al escenario. Mª Carmen Orfo hizo el papel de la madre, Nahikari Rodriguez fue la novia; Chis Daez, el novio; Aitor Rodriguez, en el papel de Leonardo; a los que hay que añadir, Anastasia Nissen, Patricia Berjón, Goizane Casado, Irantzu Goikoechea y Aintzane Hernández. Más las cantantes, la ayudante de Dirección, Sandra Tenero y la responsable del sonido, Nerea Larrazabal.

En cuanto a la categoría del espectáculo, recordar que Algis Arlauskas ha sido Premio Nacional de Teatro, en Moscú; y Marina Shimanskaya, en su época de actriz de cine, fue premiada en el festival de Venecia.