S abina dice que lo niega todo, Ibrahim Maalouf afima que no es un trompetista de jazz, y puede que el resto de los músicos de los que nos ocupamos hoy no sean quien dicen ser. Negaciones, imposturas y otras posiciones sonoras antes de que cante el gallo.

Sabina. Lo niego todo (Sony Music). Obviemos esa golondrina que anidó en el balcón en Leningrado, algún que otro verso cogido al vuelo, y, sobre todo, el texto de presentación de Benjamín Prado, coautor de prácticamente todos las letras de las canciones del nuevo disco de Sabina, en el que asegura que el de Úbeda ha llevado su música a sitios en la que nunca había estado, lo que equivale a decir que ha echado mano de ritmos y códigos no usados con anterioridad.

Dicho lo cual, anotemos que estamos ante, sobre o tras, un álbum de Sabina estupendo, cuya sonoridad brillante y detalles de producción (tal vez sea eso lo que ha despistado a Prado) hay que anotar en el haber de Leiva, productor de la criatura, quien también ejerce de músico. Sabina dice y dice bien en unos patrones sonoros que le son familiares, pero que Leiva ha cocinado con mucho tiento. Dicho lo cual, Sabina podrá negar lo que quiera salvo que ha cocinado uno de los mejores trabajos de su carrera.

Ibrahim Maalouf. Live Tracks 2006-2016 (Impulse / Universal). He aquí la magia de este excelente trompetista (y pianista y cantante) libanés capturada en directo en diferentes escenarios franceses. Lo certifican un CD y un DVD con piezas procedentes de algunos de sus discos de estudio y más de 10 canciones que nunca había registrado. Maalouf rompe el estereotipo de trompetista de jazz, sí, pues se adentra en los efluvios orientales, en el rock, en la clásica, el blues, el soul, lo latino... Su trompeta tiene tantas voces y tan cálidas, que encandila. Lo suyo es la cercanía dentro de la complejidad. Y nos regala una joya: él toca y Giuliette Greco canta La javanaise, de Gainsbour. Le dejamos que niegue que es un músico de jazz.

Eleni Karaindrou. David (ECM / Distrijazz). La música singular de Eleni Karaindrou la hemos disfrutado con fruicción en las bandas sonoras de las películas de Theo Angelopoulos. Pero su talento va más allá, como muestra este David, una sensacional cantata escénica registrada en directo, un drama del Egeo con versos de un poeta, desconocido, del siglo XVIII, nacido en la isla de Quíos. Eleni, como acostumbra, juega magistralmente con la evocación, pero también con lo bufo y el humor. Y que no les enreden esas afirmaciones de que la viola de Kim Kashkashian, presente en la grabación junto otros músicos y cantantes de lujo, recuerda a La música que escribió para La mirada de Ulises. Eleni, es grande con o sin Angelopoulos.

Bargou 08. Targ (Glitterbeat). Del valle de Bargou, en las montañas del noroeste de Túnez, cerca de Argelia, llega la propuesta de Bargou 08, puro trance grabado con instrumentos tradicionales más un sintetizador, en un estudio construido con pacas de heno. El lenguaje se nutre del árabe y del bereber, y las canciones proceden de otro siglo pero dibujan el horizonte del presente.

Hurray For The Riff Raff. Navigator (Ato Records / Pias). Sensacional sexto álbum del grupo de Alynda Segarra, de origen puertorriqueño. Ojo: no es rock latino, pero tiene el sabor neoyorquino de El Barrio y los acentos de la tradición afrocubana. Y participa del pulso de una Patty Smith. Un álbum comprometido en sus textos y vibrante en su música.

The New Pornographes. Witheout Conditions (Caroline / Music As Usual). La carrera de The New Pornographes oscila entre los discos pop muy nuevaoleros y las grabaciones más raras y melódicas. Su sueva entrega, tras la marcha de Dan Bejar, tiene gustoso sabor ochentero.

Nudozurdo. Voyeur amateur (Mushroom Pillow). Quinto y revulsivo disco del trío madrileño. Fuera de modas, destila oscuridad y fiereza, lírica y épica. Realmentea gitador, vaya.

Alma Barbera. Corazón Porteño (Gran Sol). Lo mejor que puede decirse de este disco (el nombre oculta a David Amaya, quien militó en La barbería del Sur), es que hay que escucharlo con mucha atención para apreciar sus hermosos detalles.

Tomasito. Ciudadano gitano (El Volcán). Una canción nueva redondea este recopilatorio necesario del más punk de los rumberos, como diría, digo, Sabina.