El yacimiento arqueológico de la antigua ciudad celtibérica de Aratis, en Aranda del Moncayo (Zaragoza), será declarado Bien de Interés Cultural, una calificación cuya tramitación ha comenzado la dirección general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón.

La declaración se inicia después de que la Guardia Civil llevara a cabo hace casi dos años una operación contra el expolio del patrimonio, que supuso la detención de dos personas, entre ellas un vecino de Aranda del Moncayo, a los que se incautaron miles de piezas de gran valor, muchas de ellas procedentes del yacimiento de Aratis, que al parecer vendían a coleccionistas extranjeros.

Denominado en la Carta Arqueológica de Aragón como Castejón I-El Romeral, el yacimiento se extiende a lo largo de más de diez hectáreas y es uno de los mejores ejemplos de un modelo de ocupación característico de la cultura celtibérica.

El procedimiento administrativo comienza tras un periodo exhaustivo de estudio, análisis y documentación de lo que fue la antigua ciudad celtibérica y su entorno, llevada a cabo por técnicos de la dirección general de Patrimonio Cultural y especialistas en cartografía.

El yacimiento es un importante ejemplo de la cultura celtibérica en Aragón. Y es que presenta un carácter monumental, tanto en el acceso principal como en el sistema defensivo dotado de fosos, varias líneas de murallas y torres. Dicho sistema defensivo está presidido por una gran estructura de planta cuadrada que aparece al noroeste, en la cota más alta del yacimiento, y que mantiene conservados en algunos puntos de su muro exterior cerca de dos metros de altura.

LA MURALLA Esta estructura articula la defensa del yacimiento, siendo el punto de partida de varios tramos de muralla, diferenciados y claramente identificables.uno de 128 metros, otro de 135 y otro de 125 metros.

La ocupación de la ciudad se podría remontar al siglo VI a.C. y, según los restos aparecidos de cerámica campaniense y la ausencia de materiales como la terra sigillata, pudo estar activa hasta mediados del siglo I antes de nuestra era.

Su importancia territorial en la época se pone de manifiesto por el hecho de acuñar moneda propia con la leyenda aratikos (los de Aratis), ya que únicamente las ciudades celtibéricas más importantes acuñaron moneda, un indicador de su independencia y de poder.

Las grandes dimensiones del yacimiento, su monumentalidad y su ubicación permiten concluir que la ciudad ejerció la capitalidad de todo el valle del Aranda durante época celtibérica, organizando y vertebrando la ocupación humana en época prerromana.