Antonio Hernández ganó ayer el Premio Nacional de Poesía por su poemario Nueva York después de muerto, una obra "totalizadora, arriesgada y comprometida que recoge la herencia literaria", según el jurado, que destacó también que es "un libro que rehumaniza y salva del olvido". El galardón, que está dotado con 20.000 euros, reconoce la obra de un autor español escrita en cualquiera de las lenguas oficiales del Estado y editada en 2013. Nacido en Arcos de la Frontera (Cádiz) en 1943, Antonio Hernández ya obtuvo este año el premio Nacional de la Crítica española con este mismo poemario. "Me siento igual que Rafael Chirbes, un estupendísimo escritor al que admiro, porque yo también he ganado este año el de la Crítica y el Nacional, y como la poesía es la hermana bella y pobre de toda la literatura me hace mucha ilusión", explicó el poeta tras conocer el fallo. "Le doy las gracias al jurado y me gusta que diga que eso de que 'salva del olvido', una frase que me recuerda a Cernuda y su Dónde habite el olvido".