Al igual que el genio y figura que nos ha dejado hoy, usted es dibujante cómico que recoge la actualidad en sus viñetas. ¿Cómo valoraría a Forges y su trayectoria?

Forges es uno de los dibujantes más originales de la historia del humor en España y consiguió desde el principio un estilo muy particular, une estilo de dibujos y un estilo de lenguaje, creando palabras que luego usábamos todos. Yo lo descubrí en la Codorniz, en los nuevos ejemplares de los años 60 en los que curiosamente hacía unos dibujos sin palabras, siendo lo más característico de Forges su lenguaje, y no era exactamente humor, eran viñetas duras, en la línea de Roto. El Forges que quizás a mí y a la mayoría de los dibujantes de mi generación más marcó e inspiró, fue el de su etapa en Hermano Lobo, que fue donde apareció el Forges que conocemos. Ahí forjo su estilo, el mismo que siguió hasta ahora. Luego colaboró en la revista Por Favor y, sorprendentemente, una etapa muy interesante suya fueron las páginas verdes de la revista 10 minutos, una publicación que se desmarca bastante por su contenido. Pero la página de Forges le dio un estilo muy particular a esta revista, se trataba de un humor atemporal, que no hacía referencia a la actualidad política. Creó unos personajes conocidos por todos como los náufragos, los presos colgados en la pared, el matrimonio y la querida Concha, los hombres que paseaban por el pueblo… En fin estos personajes y este estilo nos han servido de inspiración a los actuales viñetistas y dibujantes, sobre todo los que nacimos en la década de los años 50. Personalmente le he seguido siempre durante toda su trayectoria, Interviu, Diario 16 o El País, pero fueron sus primeras etapas las que nos marcaron más a nuestra generación.

¿Cómo define su labor? Ve que se trata de una labor humorística, periodística, social…

Forges me dijo, al igual que otro dibujante que nos marcó a todos, Chumy Chúmez, que los dibujantes que trabajábamos en las redacciones de los periódicos éramos periodistas, que los dibujantes eran como él, los que trabajaban desde su estudio. Pero yo creo que él era también periodista porque con este sentido del humor tan especial retrataba la actualidad de una forma genial, absolutamente genial. Tratando temas de todo tipo, hasta los más tremendos como la guerra o el terrorismo, pero él siempre conseguía retratarlo de una forma que nos hacía sonreír, incluso carcajearnos, que es nuestro fin.

Forges acompañó la evolución de España, a través de sus viñetas, ¿cómo ve usted la evolución de su estilo??

Yo creo que Forges ha sido fiel a su estilo de siempre. Obviamente se ha adaptado a las circunstancias, al tipo de humor y ha sabido hacer evolucionar a sus personajes a la vez que avanzaba la sociedad. Forges se ha adaptado a las circunstancias políticas y sociales pero siendo muy fiel a su estilo.

Tira que Postigo regaló a Forges

Forges como usted y muchos otros dibujantes ha retratado en sus viñetas momentos especialmente duros para nuestra historia, ¿cómo valora crear humor en estas circunstancias tan delicadas?

Toda la obra de Forges ha sido muy acertada porque siempre ha sabido conjugar el humor y la crítica social y de la actualidad con delicadeza. Depende el tema que se trate es muy delicado. Cuando se hace una tira cómica sobre guerras, atentados o temas duros hay que tener muchísimo tacto y una sensibilidad especial y Forges lo supo hacer mejor que nadie. Supo dar ese toque de humor hasta en los momentos más trágicos. Son temas difíciles pero que están en la actualidad y hay que tratarlos porque se puede hacer humor de todo, siempre que tenga un cuidado máximo en no herir las sensibilidades de quienes se puedan sentir afectados.

¿Cree que marcó un estilo, una especie de escuela forgiana

Más que marcar un estilo, creo que Forges nos ha servido de gran inspiración por la calidad de su obra y por la forma de llevar a una publicación el humor de la calle, con un lenguaje muy particular. Tenía un estilo tan especial que yo creo que difícilmente un dibujante podría imitarle sin que fuera un plagio. Fue siempre tan original que ha servido de inspiración pero no como modelo, precisamente por eso, porque era tan único que no se podía imitar. No creo que haya marcado un estilo como lo hizo por ejemplo la escuela Bruguera, ya que hubo una época en la que todos dibujaban de una manera parecida a estos dibujantes de tebeos. Dibujar parecido a Forges sería plagiarle y ningún dibujante se atrevería a hacerlo.

Dibujo con dedicatoria de Forges a Postigo

¿Cómo definiría el humor de Forges?

Forges siempre usó un humor de la calle, accesible a todos con lenguaje también de la calle, pero a la vez era un humor tan genial que consiguió crear un lenguaje propio. Palabras como “bocata” o “muslamen” forman parte de nuestro vocabulario ya que el las creó o las repitió tanto que se interiorizaron en nuestro lenguaje.

¿Usted le conoció personalmente?

Sí, tuve la suerte de conocerle y coincidir con él en varias ocasiones. Además de ser un humorista gráfico genial era muy divertido estar con él, no era de los típicos humoristas que sólo sabe trasladar el humor a sus dibujos. Recuerdo que siempre estar con él era muy agradable, me caía muy bien. He sentido mucho su muerte porque era un tipo muy especial. No solo era un gran dibujante; también una gran persona.