El Paraninfo de la Universdad de Zaragoza acoge hasta el 31 de agosto en la sala África Ibarra la exposición, Antonio Santos. El oficio de ilustrar, un recorrido por la trayectoria artística del autor nacido en Lupiñén. A la muestra, compuesta por 29 obras, entre ellas el cuento inédito Tribulaciones de un pequeño oso hormiguero y una serie de esculturas, le acompañan más de 50 títulos en los que aparecen sus trabajos.

Según Santos, «ilustrar un texto es contar una historia con imágenes». Una labor, pues, esencialmente narrativa. Esta ha sido la función del arte en la historia, transmitir relatos o ideas de manera gráfica. Pero cuando la ilustración, como ocurre casi siempre, está relacionada con un texto, remarca Santos que «el oficio del ilustrador debe supeditarse al texto que acompaña».

Por ello, entre sus trabajos destaca la ilustración de cuentos infantiles en los que las imágenes sustituyen a las palabras en la tarea de narrar. Su preferencia por este formato nos revela el espíritu del artista, inclinado hacia la sencillez de las formas y el mensaje directo. El resto de las obras de la exposición nos muestran todo su acervo plástico que el artista ha ido construyendo a través de múltiples referencias.

A la exposición le acompaña un libro-catálogo en el que el artista desglosa su experiencia y su opinión sobre el oficio de ilustrar, además de presentar las imágenes de algunas de sus obras.

Antonio Santos ha recibido importantes premios, como el Premio 2018 al mejor libro editado del Ministerio de Cultura de España por Cuentos de la Selva, o el Daniel Gil al mejor libro infantil por Y con la cebra que pasó. En 2013 puso en marcha un espectáculo Monsieur Antoine, el domador de pulgas, con gran éxito en España y México.