Los analistas que estudian y conocen Apple saben que, ya en la era de Steve Jobs, había «obsesión con los contenidos» en la compañía. Finalmente en el 2019, con su negocio en constante evolución, sus productos de hardware viendo por primera vez el techo cerca y el área de servicios en expansión, esa obsesión se empieza a saciar. Ayer lunes en Cupertino (California) se anunció el lanzamiento este otoño de Apple TV+, un servicio de streaming que ofrecerá en más de 100 países contenido original exclusivo creado por pesos pesados de Hollywood como Steven Spielberg o J. J. Abrams.

De momento se desconoce qué precio tendrá la suscripción, que permitirá descargas y no tendrá anuncios, pero lo seguro es que, aunque más tarde que rivales como Netflix o Amazon, Apple llega determinado a competir con fuerza.

En los últimos meses se habían ido filtrando detalles de fichajes como el de Spielberg, que será productor ejecutivo en la resurrección de Amazing Stories; Abrams, que ha preparado la serie Little Voice con la cantante Sara Bairelles o Reese Whiterspoon, Jennifer Aniston y Steve Carell, que protagonizarán la serie The Morning Show. Esos nombres se confirmaron este lunes, como los de M. Night Shyamalan, Sofia Coppola, Damien Chazelle, Ron Howard, Olivia Spencer, Kumail Nanjiani y Emily Gordon, y la producción de series como See, con Jason Momoa y Alfre Woodward.

En total, según informaciones de prensa (no confirmadas en la presentación), Apple piensa invertir por ahora entre 1.000 y 2.000 millones de dólares en ese contenido propio, aún lejos de los entre 8.000 y 10.000 millones que se le calculan a Neflix o los 5.000 de Amazon.

La ubicuidad de sus aparatos / La casa de la manzana, no obstante, juega con una ventaja que no tienen sus rivales y que ha resumido a la perfección otro de los fichajes más potentes de Apple TV+: Oprah Winfrey, una figura de dimensión e influencia fenomenal en Estados Unidos que vuelve a las pantallas con dos documentales y un club de lectura. «Están en mil millones de bolsillos, es la mejor oportunidad de tener un impacto genuino», dijo. En realidad, entre teléfonos, tabletas, relojes, ordenadores y cajas de televisión Apple tiene 1.400 millones de usuarios.

Precisamente la ubicuidad de sus aparatos es el punto más fuerte de esta entrada en el mundo del streaming, que se agita también estos días con las inminentes llegadas de otros jugadores como Disney, Warner y Comcast. Esa ubicuidad ya ayudó a la empresa a lograr 50 millones de suscripciones a Apple Music incluso tras llegar a ese terreno años después que Spotify (que ahora ha presentado una demanda ante las autoridades europeas por competencia desleal).

UN PRODUCTO FAMILIAR

La llegada de Apple TV+ también tiene sus sombras. A la presentación de ayer le precedieron varios artículos en prensa generalista y especializada tanto en tecnología como en Hollywood donde se apunta a que no todo fluye a la perfección. Se habla de microgestión excesiva y también de un desmedido foco en grandes nombres más que en la calidad del contenido por sí mismo. Y se ha publicado que Tim Cook, el consejero delegado de Apple, está empeñado en que su plataforma sea un asunto para toda la familia que no entre en terrenos de aristas de política o religión o de excesiva carga de violencia o sexo y donde las producciones no pongan bajo una luz negativa la tecnología. Son factores que han contribuido a la salida de algunos creativos vinculados originalmente a proyectos como los de Spielberg, aunque hay fuentes que aseguran que el contenido más explícito o potencialmente controvertido se está analizando caso por caso.

La presentación de Apple ha permitido también entender mejor la dimensión que los servicios están cobrando en una empresa que nació creando primero hardware y software. Porque además de Apple TV+ se anunció el lanzamiento en mayo de una renovada Apple TV, que con similitudes al servicio que ofrece ahora Amazon permitirá no solo el acceso a películas, documentales o series sino también desde ese mismo punto a suscripciones de canales de cable, de deportes o incluso otras plataformas. Netflix ya había anunciado de antemano que no entraría en esa oferta pero la presentación de ayer dio pistas de que otras como Amazon o Hulu sí han accedido. En juego no está solo el contenido, sino los datos de los usuarios.