El Gobierno de Aragón ha elaborado un proyecto de recuperación y puesta en valor del rico patrimonio ibérico del Bajo Aragón por el que prevé invertir 5.343.740 euros (889 millones de las antiguas pesetas) en una serie de intervenciones que se desarrollarían desde el presente año 2004 al 2006. La iniciativa engloba acciones en 19 yacimientos, así como la creación o rehabilitación de 11 centros de interpretación en otras tantas localidades de cinco comarcas del área bajoaragonesa.

El proyecto de la Ruta Ibérica ha sido redactado a petición de la Dirección General de Patrimonio de la DGA y de los grupos de desarrollo Leader Plus de las comarcas del Bajo Aragón-Matarraña (OMEZYMA), Bajo Martín-Andorra (ADIBAMA) y Caspe-Mar de Aragón, y cuenta con un comité científico integrado por prestigiosos arqueólogos e historiadores, como son Miguel Beltrán Lloris (Museo de Zaragoza, Francisco Burillo (Universidad de Teruel), Carmen Escriche (Museo de Teruel), Francisco Marco (Universidad de Zaragoza), Pierre Moret (Casa de Velázquez de Madrid) y Jaime Vicente (director general de Patrimonio de la DGA).

El documento, que detalla las inversiones y las actuaciones en los yacimientos, centros de visitantes, señalización, vallados o mejoras de accesos, fue concluido en diciembre del 2003 y reparte las cuantías a ejecutar por ejercicios. Así, en el 2004 se prevé invertir 1.796.340 euros; en el 2005, 2.143.900 euros y en el 2006, 1.403.500 euros, siempre que su ejecución sea finalmente aprobada por el gobierno autónomo.

En cuanto a los yacimientos que serán motivo de intervención, hasta hace pocos años tan sólo el Cabezo de Alcalá de Azaila y San Antonio de Calaceite habían sido objeto de trabajos de consolidación, mientras que el resto, aunque ya excavados durante el siglo XX, presentan un estado de conservación deficiente. No entrarán, por el momento, aquellos yacimientos parcialmente excavados o intactos y que necesitarían de mayor atención arqueológica.

De esta forma, la Ruta Ibérica estará integrada por los yacimientos de El Palao, El Tarratrato y El Cascarujo (Alcañiz); La Guardia (Alcorisa; El Cabo (Andorra); Cabezo de Alcalá (Azaila); San Antonio y Tossal Redo (Calaceite), La Tallada y Loma de los Brunos (Caspe); Els Castellans (Cretas); los Hornos de Cerámica de Foz de Calanda; San Cristóbal y El Piuró del Barranc Fondo (Mazaleón); San Pedro y El Palomar (Oliete); Tossal Montañés y Torre Cremada (Valdertormo).

De igual forma, está previsto crear una red de 11 centros de visitantes en los que se ofrezca información complementaria y no repetitiva de distintos aspectos de la cultura ibérica. Estas actuaciones son dispares, pues algunos de ellos ya existen y en perfectas condiciones, como los de reciente creación de Alloza, Oliete y Azaila. Otros poseen importantes colecciones, pero pueden ser mejorados, como el Museo Juan Cabré de Calaceite, Cretas y Alcañiz. Localidades como Valdeltormo y Mazaleón disponen de edificios que pueden ser musealizados, mientras que Caspe y Alcorisa todavía elegir el espacio y necesitarán obras de rehabilitación. Por último, en Andorra se construirá un edificio nuevo.

Para la gestión de la Ruta Ibérica se plantea la creación de un consorcio en el que estén representadas todas las entidades que participen en el proyecto, y que aportarán una cantidad económica anual previamente acordada. Si se cumplen los plazos, la Ruta Ibérica será inaugurada a principios del 2007. Se estima que ese año pueden recibirse 125.000 visitantes que, con un precio de 2 euros, dejarían 250.000 euros de ingresos por las entradas.