Tres galeristas aragoneses (uno menos que el año pasado), comparecen en la XXIII edición de la feria de arte contemporáneo ARCO 2004 que se inaugura mañana miércoles en Madrid y permanecerá abierta hasta el lunes 16 de febrero. Las galerías de arte zaragozanas de Miguel Marcos, Antonia Puyó y Spectrum-Sotos estarán presentes en la gran convocatoria a la que este año acuden 277 galerías de 32 países, 93 españolas.

Traerán las obras de los artistas a los que representan a los pabellones 7 y 9 de Ifema, cuya nueva disposición supondrá una de las novedades de la feria de arte contemporáneo de Madrid, pues el arte emergente estará en esta ocasión en la parte delantera del edificio, mientras que los stands de las instituciones ocuparán el fondo, al revés que el pasado año. Cada metro cuadrado cuesta casi 25.000 pesetas.

Por la parte aragonesa destacan la ausencia de Fernando Latorre, que el año pasado optara en exclusiva por Enzo Cucchi, y la del propio Gobierno aragonés, que en la edición del 2003 patrocinó dos obras de Víctor Mira, elegido el mejor artista español de la muestra, nueve meses antes de su muerte.

LOS TRES GALERISTAS

El propio Víctor Mira seguirá siendo este año la gran apuesta del galerista Miguel Marcos, quien reincide con obras de otro artista con el que Marcos se vinculó desde el principio: José Manuel Broto, (premio Aragón 2003 de las Artes Plásticas) y también de Xavier Grau, compañero inicial de Broto. Miguel Marcos También lleva a Madrid obras de Carlos Franco, Manolo Quejido, Santiago Serrano y del británico Alan Charlton, uno de los grandes exponentes del minimalismo, actualmente presente en la exposición abierta en la galería zaragozana. (También hay artistas aragoneses, como Larroy, que exponen en galerías foráneas).

En referencia a la nueva política autonómica sobre ARCO (en la que la DGA se limita a otorgar una ayuda de 5.000 euros a cada galerista, en la misma línea de apoyo que Industria ejerce con las empresas aragonesas que acuden a una feria internacional sean del ramo del metal o del cartonaje) Miguel Marcos declaró ayer a este diario que "los políticos, lo que tienen que hacer es financiar a las empresas de cultura que son las galerías, las que arriesgan y las que llevan el nombre de la ciudad fuera: que no olvidemos que la cultura es turismo y es riqueza para todos".

Antonia Puyó también lleva dos pintores aragoneses nacidos en los 50: Santiago Arranz, que sigue ordenando los valores de la pintura al modo de los clásicos, e Ignacio Guelbenzu, quien desde niño vivió en Zaragoza. En su stand de ARCO repiten Castro Ortega, Nagel, Denis Long, la pareja formada por Leopoldo Ferrán y Agustina Otero, Mallol, Penck y, como novedad esta vez, Mondarain. Maike Azurmendi, de esta galería, declaraba que "la apuesta siempre es la misma, aunque ARCO es absolutamente imprevisible"

Por su parte, la fotográfica Spectrum-Sotos se presenta en ARCO 2004 con "una mayor incidencia en el paisaje y en la presencia de aragoneses, respecto a otras ediciones", según manifestó a EL PERIODICO Julio Alvarez Sotos, el galerista: Mario de Aiguavives, Alicia vela, Enrique Carbó y el grupo de los videoartistas Javier Almalé y Jesús Bondía, conforman la nómina aragonesa, que se completa con Pablo Genovés, Tomy Ceballos, Manuel Vilariño y con los fotógrafos paisajistas Ricardo B. Sánchez, Fran§ois Mechain y Laurent Millet.

Julio Alvarez Sotos declaraba ayer que "a los artistas los tienen que representar las galerías y cuando en Aragón tengamos un centro de arte contemporáneo, entonces sí que puede tener sentido el patrocinio institucional, como otros que están aquí porque tienen una colección creada".