Las regiones de Aragón y Sicilia han abierto el camino para restablecer unas relaciones sustentadas en una historia común que comenzó en plena Edad Media, y más concretamente en el Monasterio de Sijena, en Villanueva de Sijena (Huesca), a principios del siglo XIII.

Así lo puso ayer de manifiesto el presidente de la Comunidad aragonesa, Javier Lambán, con motivo de la inauguración, en la sede del Instituto Cervantes en Palermo (Sicilia), de la exposición Las señoras de Sijena. La vida cotidiana en un monasterio sanjuanista (siglos XII-XX).

Lambán reconoció que a la hora de recuperar unas relaciones entre ambas regiones que se extinguieron hace varios siglos, se había optado por divulgar en Palermo uno de los episodios «más relevantes y simbólicos», el matrimonio en Mesina entre Constanza de Aragón y el rey Federico II de Hohenstaufen, en 1209.

Constanza abandonó el Monasterio de Sijena, en el que había ingresado a petición de su hermano, Pedro II, tras la muerte de su anterior esposo, el rey Emerico de Hungría, para fortalecer la relación de la Corona de Aragón con el Sacro Imperio Romano Germánico.

El presidente aragonés explicó que el matrimonio con Federico II permitió a Constanza ser emperatriz consorte de Europa, un episodio de la «suficiente relevancia», destacó, para la recuperación de las relaciones históricas entre Aragón y Sicilia a través de Sijena. Lambán tuvo ocasión de charlar los los estudiantes de español del Liceo Meli, con los que habló de Aragón como un reino que dejó su impornta en diferentes puntos del continente europeo.

DIEZ ÁMBITOS / La exposición, producida por el Archivo Histórico Provincial de Huesca en colaboración con la Fototeca de la Diputación oscense se centra en fondos documentales del monasterio con fotografías hechas por viajeros que pudieron captar imágenes de la vida cotidiana de las monjas a comienzos del siglo XX. Además, se acompaña con un documental grabado en el antiguo Monasterio de Casbas que recrea, con la ayuda de actores y de figurantes, lo que fue la vida de la comunidad sanjuanista en Sijena.

La muestra se centra en la excepcionalidad del monasterio por ser de acogida de las mujeres de la alta nobleza aragonesa y narra el día a día de las monjas, la Regla de Sijena, que desde 1188 regía la vida de las monjas y les indicaba como organizar sus jornadas, y las sucesivas actualizaciones que sufrieron a través de los siglos.

El fondo documental del Monasterio de Sijena es en realidad uno de los más importantes de los conservados y tiene un valor incalculable.

La exposición se divide en diez paneles didácticos que explican el origen del monasterio y su fundación por Sancha de Castilla de Castilla, así como la historia común de Sijena y Palermo, las caracterísitcas de la comunidad religiosa de Sijena, para finalizar con la vida cotidiana del convento. Los paneles están acompañados por reproducciones de los hábituos utilizados, una maqueta del monasterio, reproducciones de los sarcófagos decorados de dos prioras o la campana con la que la priora llamaba a la comunidad.

Esta propuesta coincide con la que se celebra estos días en Zaragoza sobre los Panteones Reales en Aragón, con un espacio dedicado a Sijena.