Teatro Arbolé cerró ayer su temporada teatral con la función matinal de El caballero encantado. La sala, que ha permanecido abierta todo julio, puso así fin a una temporada 2016-2017 que ha reunido a 40.000 espectadores alrededor de su variado repertorio, conocido por orientar el 80% de sus obras a público infantil. Tras un mes de descanso, la sala celebrará su décimo aniversario en su nuevo emplazamiento, el Parque del Agua, con una programación «muy fuerte».

«Es muy difícil valorar si estamos yendo a mejor o a peor porque este año hemos tenido 40.000 espectadores, lo que es un buen balance, pero no olvidamos que ha habido años que hemos tenido 50.000 y que la sala siempre está ocupada a un 50%», señaló ayer Esteban Villarocha, gerente de la sala, quien considera que «estos últimos años con la subida del IVA desde 2012 han sido muy duros, ya que no pudimos subir el precio de las entradas, ahora con la rebaja al 10% estamos respirando más cómodamente».

RELEVO GENERACIONAL

Para Villarocha, el auténtico reto del Teatro Arbolé es enfrentarse al relevo generacional. «Me gustaría que el balance fuese más positivo, pero no por una cuestión comercial o económica, sino por lo que eso implicaría para la concepción del ocio familiar», señaló, para luego añadir: «Los títeres no envejecen, así que al final se trata de enganchar a una nueva generación, de recuperar a gente joven y de formarla para que vayan tomando responsabilidades y para que nosotros podamos mirar las cosas con más distancia».

Esta legendaria sala nacida en el año 1979, que el año que viene cumplirá su décimo aniversario en su emplazamiento de El Parque del Agua, ha acogido tradicionalmente espectáculos teatrales orientados a un público infantil, lo que le ha convertido en un referente nacional e internacional. Además de su programación, el Teatro Arbolé fomenta el teatro entre los más jóvenes en otros frentes, como en campañas escolares, en su escuela de teatro orientada a niños de entre 5 y 16 años, en actividades de animación a la lectura o exposiciones didácticas.

Pero Arbolé, lejos de tomarse unas merecidas vacaciones, no para, y la compañía ya se prepara para recorrer los pueblos de Aragón con sus espectáculos infantiles. Además, los títeres de la sala han sido cedidos temporalmente para una exposición en la Biblioteca de Aragón de Doctor Cerrada, donde permanecerán hasta finales de agosto.

EN SEPTIEMBRE

La temporada 2017-2018 abrirá con el tradicional espectáculo Los tres cerditos, todo un clásico del Arbolé, que año tras año reúne a un público incondicional. «Llevamos 14 años con este espectáculo y siempre llenamos la sala, los niños se conocen las canciones y gracias al cambio generacional nunca tenemos un público repetitivo», afirmó Villarrocha.

Sin embargo el plato fuerte de la nueva temporada vendrá de manos del Festival Internacional de Teatro Danza y Circo Zaragoza Escena, que llevará el Teatro Arbolé los días 23, 24 y 25 de septiembre el espectáculo Gretel y Hansel de la compañía canadiense Le Carrousel, adaptando el texto de Suzanne Lebeau. «Son la mejor compañía de teatro para niños del mundo, no paran de viajar por Europa y América Latina y siempre que han venido a España se han quedado en Madrid y no han pasado de ahí, de modo que tenerlos por fin en Zaragoza es un verdadero lujo, vamos a empezar la temporada muy fuerte», aseveró el gerente con entusiasmo.