Ese tren sonoro que arrastra el muy sugerente ciclo Vagón de lujo arrancó el miércoles en el Teatro del Mercado con un celebrado concierto: el de El Brindador, quien presentaba las canciones de A clearing in the land, su cuarto y reciente álbum. Por si alguien no se ubica, El Brindador es el nombre artístico de Eric Cihigoyenetche, artista de la Galia, de querencias anglófilas, afincado en Zaragoza. Con él subieron al escenario sus muy inseparables y competentes Cristian Barros (guitarra y teclados), Libi García (contrabajo) y Pablo Jiménez (batería). Juntos y revueltos armaron un concierto de pulso y vibración notables.

Eric tiene una voz peculiar, de tesitura próxima a intérpretes como Neil Young, pero la maneja con tanta soltura que puede extraer de ella no pocos matices. Y musicalmente su propuesta es tan sugerente como difícil de encasillar, pues pasa sin problemas de un pop más o menos ligero a los armazones folk-rock, deteniéndose en las enseñanzas de luminarias como el Bowie de transición, The Kinks y bandas del muy apreciado sonido Canterbury como Gong, Soft Machine, Caravan… Pero todo eso sería solo un bonito background si El Brindador y sus compinches no armasen un directo de campanillas. Cierto que aún tienen que pulir detalles, pero conviene dejar constancia, además de la calidad del sonido (el pasado miércoles se responsabilizó de ese tema Eduardo Baos), que se muestra con una coloratura tan personal como especial, de la brillantez de los arreglos y de una ejecución del altura.

Piezas de A clearing in the land (de At the break of dawn) a Still in the traffic, pasando por Landing in Harcha, Full speed ahead, Big sur, Fandango y Spotlight in a maze) y canciones de discos anteriores (Losing fur, The rain, Away for the poisoned days, Shadows in the dust, Old play, Moon Stone…) configuraron un menu bien cocinado y regado para desgustar en el primer viaje de la nueva temporada del más musical de los vagones. ¡Salud!