La misión de rescate de un helicóptero español y de dos soldados heridos en Afganistán el 3 de agosto de 2012 llega a la pantalla grande de la mano de Ariadna Gil y Roberto Álamo en Zona hostil (en Zaragoza, Aragonia, Grancasa, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo), filme que narra en primera persona la tensión y las contradicciones vividas por los soldados españoles.

Con un presupuesto de cinco millones de euros, la película es una cinta de acción que busca adentrarse y ser pionera en ese «coto privado» del cine bélico norteamericano. «En América sería una más, pero aquí casi estamos inventando el género, es una oportunidad para demostrar que se puede hacer», explicó su director, Adolfo Martínez, que debuta detrás de la cámara tras una trayectoria en Hollywood como dibujante de story boards de superproducciones como Alien Resurrection o Superman Returns.

Zona hostil huye de cualquier perspectiva crítica o política de la que ha sido la más costosa y mortífera -102 bajas en 14 años- de las operaciones españolas en el exterior en las últimas dos décadas, para centrarse en las 16 horas de tensión vividas por los soldados mientras esperaban a ser rescatados. «Se trataba de abrir una ventana a la población de civil a un mundo que no conocemos bien», reconoció Martínez. «Los soldados viven situaciones extremas, ponen su vida en riesgo cada día».

LA HISTORIA / Aquel fatídico 3 de agosto, un helicóptero español aterrizó cerca de Bala Mugrab, una zona en el norte de Afganistán con fuerte presencia de insurgentes, para atender y evacuar a dos militares estadounidenses que habían resultado heridos por la explosión de una mina al paso de su convoy. Pero una de las ruedas cedió y el aparato quedó atrapado en tierra, lo que puso en marcha una larga y compleja operación que se prolongó durante toda la noche, con ataques de insurgentes incluidos.

Ariadna Gil, en su primer papel protagonista después de casi una década, da vida a la capitán Varela, oficial médico que voló en ese helicóptero para atender a los heridos. En su caso, además del entrenamiento militar que recibieron todos los actores durante una semana, se sumó el aprendizaje médico.

«Para mí lo más importante ha sido comprender que se trata de gente muy preparada, mentalizada de lo que tiene que hacer y consciente de los riesgos que asume, pero eso no quita para que tengan sus contradicciones y momentos difíciles», manifestó la actriz.

Su personaje lleva años en este tipo de misiones y se encuentra en un punto de saturación, planteándose cambiar de vida.

Roberto Álamo interpreta al piloto del helicóptero y cuñado de la capitán Varela. Dice que la película le ha servido para hacer pedazos prejuicios que tenía sobre el Ejército y cree que lo mismo le puede suceder al espectador. “En el Ejército hay de todo, desde médicos a abogados y para mí fue un placer y una sorpresa descubrir que podía haber militares aficionados al arte, por ejemplo, que no todos son secos y bordes», señaló el actor, ganador del Goya a mejor intérprete en la pasada edición.