El equipo que realiza las excavaciones en el Palao de Alcañiz, un opidum o ciudad ibero-romana, datada hacia el año 150 antes de Cristo, denunció ayer actos de vandalismo en el yacimiento producidos el pasado domingo.

José Antonio Benavente, director del Taller de Arqueología de Alcañiz; Pier Moret, jefe de estudios de la institución francesa Casa Velázquez de Madrid y su compañero Alexis Gorgues señalaron que los desconocidos actuaron con detector de metales en busca probablemente de monedas antiguas un otros tesoros de coleccionistas furtivos, pero sólo lograron llevarse "escoria de metales sin valor alguno".

Alexis Gorgues indicó que se trata de "una acción estúpida, probablemente de una sola persona porque dejó huellas de los zapatos. Ha rellenado los agujeros que hizo con el detector como si pensara que no nos íbamos a percatar".

Los investigadores coinciden: "El atracador sabe que sólo descansamos en domingo, que es cuando ha actuado. Por eso todo lo que ha hecho ha sido una chapuza, a toda velocidad y perforando cinco agujeros de 40 centímetros".

Pier Moret señaló a su vez que "las perforaciones realizadas de esta forma suponen un enorme daño para nuestro trabajo científico. Los yacimientos son como un libro y hay que abrirlos página por página. Con estos aparatos se pasan por alto páginas y se arruina la labor investigadora".

El valor histórico y científico de este yacimiento es notable. Pudo tratarse de la capital de territorio semejante al actual Bajo Aragón, datada en el año 150 antes de Cristo. Por el momento, se han identificado plazas, calles, talleres artesanales, como hornos alfareros, y un taller escultórico muy original. Entre las novedades de las prospecciones que se vienen realizando destaca el descubrimiento de un poblado más pequeño cuya existencia se desconocía y que pudo pertenecer al siglo VII antes de Cristo.

Es un emplazamiento de población amurallada con torreón ovalado. Alexis Gorges considera que "el conjunto de todo el asentamiento de El Palao, (desde el más reciente al más antiguo) presenta un interesante complejo de edificaciones públicas civiles, como la sede del senado local o concejo, que hasta ahora se pensaba que eran templos religiosos".

El conjunto de los materiales hallados exigiría crear un museo en Alcañiz, según reclamó José Antonio Benavente. El emplazamiento probable sería el antiguo convento de las Dominicas. Por el momento, el taller ocupa una parte del Molino Mayor, recientemente restaurado, junto al río Guadalope.