Una Piedad pintada en 1774 (óleo sobre lienzo, de 83,5 x 58 centímetros) atribuida a Francisco Bayeu podría ser una obra de Francisco de Goya según el estudio realizado por el profesor de la Universidad de Zaragoza Arturo Ansón Navarro y publicado en la revista ARS Marketing.

Arturo Ansón, especialista en Luzán, Bayeu y Goya, que ha estudiado las pinturas de este último en la cartuja de Aula Dei y asesoró la restauración de la cúpula Regina Martyrum en la basílica del Pilar, es autor de un trabajo de referencia publicado en 1995 sobre Goya y Aragón. En junio del 2008 fue requerido por el propietario de la Piedad, un barcelonés que acababa de adquirir el cuadro a los herederos de un coleccionista zaragozano, para que confirmara si su autor era Francisco Bayeu.

INMEDIATAMENTE Usón reconoció inmediatamente en el rostro de la Virgen la efigie similar que Goya pintara para La Caridad en una de las pechinas de la Regina Martyrum. La posición del brazo izquierdo de la Madre, el que no sostiene al Hijo muerto, le trajo al profesor a la cabeza el de una matrona romana en una de las escenas de Aula Dei, la que se halla bajo un gran arco con la cabeza cubierta, en el Triptico de La Circuncisión.

Aunque el diagnostico que atribuía a Goya el presunto bayeu lo dió Arturo Ansón de forma casi inmediata ante la sorpresa del propietario, (tal como explicaba ayer el diario El País), lo estuvo estudiando de forma exhaustiva durante casi un año, hasta mayo del 2009, fecha en que entregó el estudio a los propietarios y luego lo dió a la publicación en un artículo que acaba de aparecer.

El experto aportaba otros datos como el del paisaje de atardecer que hay tras las figuras de Cristo y su Madre "de una modernidad tremenda para la época, en la que Goya ya está hecho como pintor", además de detalles como el INRI del cuadro, comparado a la cartela de otra obra goyesca que está en el museo Lázaro Galdiano de Madrid.

Ansón vincula la obra a las últimas pinturas de Goya en Aula Dei (lugar hasta hace poco reservado sólo a la contemplación de pocos expertos, por estar situado en una zona de clausura de la comunidad cartuja) en una etapa que siguió a la estancia del pintor en Italia y que precedía a la pintura de la cúpula en el Pilar, cuando el pintor de Fuendetodos tenía 28 años.

"Algunas cosas en las que va a cuajar Goya en la Regina y que ya las adelantaba en Aula Dei", declaró ayer Arturo Ansón a este diario. Y sale al paso de alguna voz ya surgida sobre el tema que de forma anónima sugiere que esta Piedad sería de menor importancia, por cuanto pertenecería a una etapa en la que "Goya aún no era Goya".

"GOYA YA ERA GOYA "Para mí es una obra importantísima para poder explicar la etapa final de Goya en Zaragoza" --asegura Ansón Navarro--; "ese Goya al que llama Mengs a Madrid para que le ayude a él y a Bayeu a hacer cartones para tapices, lo que quiere es triunfar. Ese Goya de calidad está ya cuajado en Zaragoza; esa es la clave".

Ansón señala que "sólo las personas que no conozcan el ciclo del Aula Dei y de la progresión zaragozana y tras el viaje a Italia pueden dudar de esto. A los 28 años, Goya ya era Goya; lo que pasa es que con el transcurso del tiempo iba a ser mucho más". Según este profesor "el problema es que Aula Dei no se ha divulgado suficientemente". Manuela Mena, conservadora jefe de la pintura del XVIII, que a principios del 2009 desatribuyó El Coloso como obra de Goya, a favor de un discípulo suyo, en este caso aún no se ha pronunciado.