No es común ver una comedia que huya de los gags o el chiste fácil en primera línea de los nuevos estrenos cinematográficos. Los del túnel, primera película que dirige Pepón Montero, y que protagoniza Arturo Valls, se centra en hacer reír a través de la crisis existencial que sufre este último en el metraje, tras sobrevivir quince días encerrado en un túnel con un grupo de personas.

«Es el típico simpaticón, cachondo, que de repente no encaja en el grupo de supervivientes porque no le ha llegado a afectar de la misma forma», comentó Arturo Valls, quien estuvo ayer en el edificio Paraninfo de Zaragoza junto al director de la película, dentro del ciclo La Buena Estrella, que coordina Luis Alegre.

Los del túnel comienza justo donde terminan muchísimas historias de sucesos y tragedias, en el momento del rescate. Después de los reencuentros y de los abrazos, el director sentía «curiosidad por saber qué les ocurre después, ¿se llamarán, quedarán para comer? Nos interesaba el postrauma», explicó Montero.

Cuando el grupo de personas sale del túnel sienten lo que el director llamó «propósitos de fin de año, pero a lo bestia, una intención de enmendar lo que no les gusta de su vida como nunca». No ocurre lo mismo con Toni, el personaje de Valls, que «entra en crisis, se pregunta ¿qué clase de anormal soy?, ya que, mientras los otros evolucionan, él vuelve a meterse en un túnel metafórico», dijo Montero.

Aun con estos rasgos, el filme sigue siendo una comedia, y Valls explica que es precisamente en los momentos donde su personaje «se quiebra» donde la gente «entra en carcajada». «Sales del cine y te preguntas, ¿de qué nos acabamos de reír? De nosotros mismos, la película habla de las miserias humanas», señaló Valls.

En ese sentido, el concepto de comedia del filme «no busca el gag ni está basado en chistes, la risa viene de la situación, de la crisis de los personajes», afirmó el director. Desveló, además, que en un principio empezaron a escribir la historia «con el policía como protagonista (ahora es uno de los secundarios), pero vimos que era lo mismo de siempre y nos preguntamos qué pasaría si convertimos al típico tío cargante en el personaje principal». «El típico que cuenta dos chistes y lo matan, aquí es el héroe de la historia», bromeó Valls.

El actor ejerce también, por primera vez, de productor en la película, y lo está «disfrutando mucho, te das cuenta de que cada minuto de rodaje es oro, y he querido que los guionistas tuvieran total libertad. Es un trabajo muy bonito, si fuera rentable sería la hostia», dijo, riendo.

La película se estrenó el 20 de enero, y está en la cartelera de los cines de Zaragoza.