Netflix se pone las pilas con las pelis y de qué manera. En el apartado de series, a la plataforma no le costó hacerse con el favor popular y crítico: en su primer año ofreció House of cards y Orange is the new black, éxitos respetados con presencia en los Emmy gracias a sus temporadas inaugurales. En el cine, su camino ha sido más complicado, aunque dos años después de iniciar su actividad como productora cinematográfica ya pudo vanagloriarse de las cuatro nominaciones al Oscar de Mudbound.

Y en el 2019, el Oscar podría ser para... Netflix. La campaña por el reconocimiento de Roma (no solo como mejor película extranjera, sino mejor película, a secas, y en tantas categorías como sea posible) está siendo cuando menos exuberante, e incluirá una fiesta con Angelina Jolie como anfitriona. Tampoco sería de extrañar alguna nominación para La balada de Buster Scruggs, la película de los Coen mejor recibida en tiempo. Ambas han tenido estrenos (limitados) en sala para poder optar a las nominaciones.

EL PLAN DE SCOTT STUBER

Todo forma parte del plan de asalto a la industria cinematográfica de Scott Stuber, su jefe de cine original desde el 2017, antiguo vicepresidente de Universal metido luego a productor de películas como Ted y Día de patriotas. Stuber no solo tiene buen trato con Mark Wahlberg, sino con medio Hollywood. Según explicaba recientemente un informativo perfil del New York Times, suele referirse a Sandra Bullock como «Sandy» y Martin Scorsese como «Marty». La primera protagoniza y produce A ciegas, catapultada a base de memes y un reto disparatado que se ha hecho viral más que de cualidades fílmicas. El segundo ha logrado llevar a cabo un proyecto largamente acariciado, The Irishman, después de que Paramount se echara atrás por los elevados costes del proyecto.

The Irishman será, seguramente, la película ariete de Netflix en su conquista de Hollywood durante el 2019. Pero algunas otras podrían dar la sorpresa y convertirse en predilectas de, básicamente, todo el mundo. La división capitaneada por Stuber planea ofrecer este año hasta 55 películas originales; si sumamos los títulos de animación y documental, nos salen 90 propuestas.

SÍ, TAMBIÉN ‘BLOCKBUSTERS’

Tanto los estudios tradicionales como las cadenas de multisalas presienten seísmo con este arreón de Netflix: ¿y si la gente deja de pasar por taquilla? «Bueno, la gente ahora solo va al cine a ver blockbusters», responderán algunos. Netflix también tendrá de eso: por ejemplo, 6 underground, carísimo thriller dirigido por Michael Bay y protagonizado por Ryan Reynolds. También promete acción a raudales Polar (25 de enero), adaptación del cómic de Víctor Santos sobre un asesino internacional al que dará vida en la pantalla Mads Mikkelsen.

CINE LLAMA A CINE

La taquilla global del 2018 (la mejor de la historia) cuenta una historia diferente, según la cual ver cine solo da ganas de seguir viendo cine, sea donde sea. ¿Y si Netflix, algo tan asequible, tan adictivo, tan tecnológico y atractivo de usar, está generando afición por este arte entre las jóvenes generaciones? En España, el box office bajó un 2% en el 2018, pero en EEUU subió un 7%. La sala oscura no parece perdida.

A continuación, un pequeño repaso a (algunas de) las películas con las que Netflix querrá robar globos oculares a los cines de siempre en el 2019. Si tienen fechas de estreno, se indica.

El gigante

Con Martin Scorsese no se regatea

Paramount parece necesitar un cambio de rumbo. No solo pasó de estrenar Aniquilación fuera de Norteamérica y China, sino que pasó de proveer a Scorsese de los medios necesarios para rodar The Irishman; inacción que aprovechó Netflix para marcarse un nuevo tanto. Con Scorsese no se regatea, amigos. Menos cuando ha querido juntar a Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci para contar otra Gran Épica con trasfondo mafioso. En su primer largo con Marty desde Casino, De Niro es Frank The Irishman Sheeran, sicario de la familia Bufalino que juró en su lecho de muerte haber participado en el asesinato del sindicalista Jimmy Hoffa. Veremos a De Niro con sus años y, bueno, también con 30 menos, rejuvenecido para flashbacks.

Más firmas

Soderbergh por partida doble, Michôd...

Steven Soderbergh (¿retiro? ¿qué retiro?) dirige no una, sino dos películas de Netflix para el 2019: el drama de baloncesto High flying bird (8 de enero), con guion de Tarell Alvin McCraney (oscarizado por Moonlight), y The laundromat, intriga periodística sobre los papeles de Panamá con, agárrense, Meryl Streep, Gary Oldman y Antonio Banderas.

Por su parte, el australiano David Michôd (Animal kingdom) reunirá a dos rompecorazones de prestigio como Robert Pattinson y Timothée Chalamet en The king (21 de junio), acercamiento irreverente a la historia de Enrique V de Inglaterra. Y el director de culto Noah Baumbach, quien ya estrenó en la plataforma The Meyerowitz stories (New and selected), volverá al redil para contarnos el divorcio de una joven pareja, Scarlett Johansson y Adam Driver, nada menos. No, esta previsible maravilla no tiene todavía título ni fecha de estreno.

Una compañera de Driver en la serie Girls, Alison Williams, protagoniza The perfection, de Richard Shepard, según quienes la vieron en el Fantastic Fest uno de los probables éxitos s (aunque en Netflix no se sepa bien qué es éxito) del nuevo curso. Este thriller sobre dos prodigios del chelo y una obsesión siniestra alcanza, se dice, el sublime delirio del mejor De Palma. Delirio puede esperarse también de The dirt (22 de marzo), adaptación de Los trapos sucios, la autobiografía de Mötley Crüe, con el rapero Machine Gun Kelly como Tommy Lee.

El poder de las estrellas

Avalancha de actores muy populares

Se supone que, hoy por hoy, la franquicia es la estrella, pero en muchos mercados (como el nuestro) un actor popular aún puede obrar milagros. Netflix casi empezará este año con la nueva película protagonizada por Jake Gyllenhaal, Velvet buzzsaw (1 de febrero), de Dan Gilroy, un thriller terrorífico en torno a la escena artística de Los Ángeles.

Unas semanas después, en el festival de testosterona Triple frontera (15 de marzo), de J. C. Chandor, veremos a Ben Affleck, Charlie Hunnam, Oscar Isaac, Pedro Pascal y Garrett Hedlund como amigos exmilitares que se infiltran en la fortaleza de un señor de las drogas para robarle 75 millones de dólares. Ese mismo mes llegará Emboscada final (29 de marzo), con Woody Harrelson y Kevin Costner como los dos antiguos Texas Rangers que salieron del retiro para perseguir a Bonnie & Clyde. Un mito de la crónica negra estadounidense desde otra mirada.

Ben Affleck acompañará, además, a Anne Hathaway en The last thing he wanted, adaptación de la novela de Joan Didion de 1996 por la directora de Mudbound, Dee Rees. La trama gira en torno a una periodista que hereda el trabajo de su padre, que no es cualquier trabajo: tráfico de armas con destino a grupos guerrilleros de Centroamérica.

Y si eres incondicional (muy incondicional) de Adam Sandler, estás de enhorabuena. Regresará con Murder mystery, comedia de acción que le reúne con Jennifer Aniston ocho años después de Sígueme el rollo. Aniston repetirá con la comedia política First ladies, en la que hace de primera presidenta de Estados Unidos.

El producto español

De Isabel Coixet a los hermanos Pastor

Netflix tampoco desprecia al star system español, ni mucho menos. Este año se podrá ver en la plataforma de streaming, por ejemplo, Hogar, un thriller de los hermanos Álex y David Pastor, con Mario Casas y Javier Gutiérrez como magnético dúo central. Macarena García, Belén Cuesta, Amaia Salamanca y Blanca Suárez serán hermanas con cuentas pendientes en A pesar de todo, primera película de la exitosa productora televisiva Bambú. Y la pareja más llorada de la serie Élite, la formada por Jaime Lorente y María Pedraza, se reunirá en la adaptación de la obra teatral ¿A quién te llevarías una isla desierta?

Más producto nacional de altura impulsado por Netflix: Elisa y Marcela, el drama de Isabel Coixet sobre el rocambolesco primer matrimonio de lesbianas en España, celebrado en 1909, o Diecisiete, en la que Daniel Sánchez Arévalo cuenta la curativa amistad entre un adolescente y un perro llamado Oveja. Una película que parece apuntar directamente al lagrimal del espectador.