En la primera viñeta la escena está en penumbra para subrayar la tensión dramática del ambiente que rodea la llegada a la aldea de una misteriosa adolescente. Julio César y sus legiones la buscan porque se sospecha que es la hija de Vercingétorix, líder de la resistencia gala derrotado en la decisiva batalla de Alésia. La nueva aventura de Astérix trenza historia de Francia con rebelión juvenil.

El guionista Jean Yves Ferri y el dibujante Didier Conrad, que firman su cuarto álbum desde que tomaron las riendas de la saga en el 2013, inventan una anécdota para explicar el origen de la idea: la aparición de un collar celta del año 49 antes de Cristo con una inscripción grabada en la que se lee «la hija del rey». El hecho de tener hijas adolescentes y de querer abordar esa edad tan difícil, hizo el resto.

«La dificultad de la adolescencia es la de encontrar su camino a pesar de sus padres. Así que vamos a mostrar el camino de una adolescente gala», dijo este miércoles el guionista en el Parque Astérix, que cumple 30 años y fue el lugar elegido por los editores para desvelar ante la prensa el título del cómic número 38 del irreductible galo.

La hija de Vercingétorix saldrá a la venta en todo el mundo el 24 de octubre con una tirada de 5 millones de ejemplares y traducido a más de 20 idiomas.

El héroe vencido por Roma nunca ha sido protagonista de un álbum de Astérix, pero sin su derrota sería impensable la aldea que sigue haciéndole frente a César. La nueva aventura recupera el tema de los guerreros fieles al jefe y de la resistencia. En sus páginas aparece un general que se parece a Charles de Gaulle, un guiño que evoca la historia de la resistencia francesa.

Es la cuarta vez en 60 años que el personaje central es femenino. Conrad, que responde a las preguntas de la prensa desde Texas (EEUU) a través de Skype, dice que no es una historia feminista, en el sentido militante del término, pero que la visión que ofrece de las mujeres es diferente y «más moderna».

En una página desvelada el pasado enero aparecía el druida Panorámix en clase pidiendo a sus alumnos citar algunos de sus antepasados. “¡Jimihendrix!”, gritaba uno de los niños. Una alusión a Nicolas Sarkozy que, haciéndose eco de un viejo mito sobre la identidad francesa, habló de «los antepasados galos de los franceses».