"Cuando canto bien, la boca me sabe a sangre". Esta cita de Tía Anica La Piriñaca inspiró al guitarrista flamenco zaragozano de 36 años Nacho Estévez para titular el que es su primer trabajo en solitario, que hoy presenta, a las 21 horas, en el Centro Joaquín Roncal, dentro del ciclo Noches de Verano de la CAI.

La boca me sabe a sangre nace gracias a la financiación a través del micromecenazgo o crowdfounding. Lo que para Nacho Estévez sonaba a chino cuando la plataforma Siamm se lo propuso, ha conseguido financiar al cien por cien su último trabajo. Según El Niño --como así lo llaman dentro del círculo flamenco-- "no es que las discográficas no se interesen por el flamenco, sino que actualmente no se interesan por la música en general". Y es que como piensa Nacho Estévez: "Si no vendes lo tuyo, nadie va a hacerlo por ti".

Para Nacho Estévez "un disco es una buena carta de presentación", pero lo importante para él es mostrar la música en directo. De ahí que esté ilusionado con el concierto que hoy ofrece en el Centro Joaquín Roncal. Según cuenta Nacho Estévez, en la actuación interpretará composiciones propias de honda raíz flamenca recogidas en su último trabajo La boca me sabe a sangre, pero además incorporará esta noche temas inéditos que incluyen cante y baile de la mano de David Jiménez e Israel Dual. Además durante la actuación, el guitarrista estará arropado por el violín de Noelia Gracia y la percusión de Josué Barrés.

SIN TRADICIÓN EN CASA Zaragozano, payo y sin tradición flamenca en casa, Nacho Estévez desmonta el tópico de la exclusiva tradición flamenca dentro de Andalucía. Considera al flamenco como "un arte universal ya declarado Patrimonio de la Humanidad" y por ello el amor hacia él se profesa dentro y fuera de las fronteras andaluzas. La soleá es su palo predilecto y su referente musical, Paco de Lucía. Nacho Estévez compone sus propios temas y lo hace no inspirado en patios andaluces, sino en vivencias personales y en viajes. Reminiscencias de sus viajes por el mundo se reflejan en una guajira y una rumba incluídas en su último proyecto.

Pero su trayectoria musical se abre a otros géneros. Ha acompañado a grupos de pop-rock como Elefantes o Enrique Bunbury y al grupo aragonés Malamente, entre muchos otros. Con especial cariño recuerda su acompañamiento a una jota cantada por Nacho del Río. En un mundo tradicional y en ocasiones muy purista como lo es el flamenco, Nacho Estévez no cree tanto en la fusión como sí defiende "que cada uno haga lo que sepa hacer sin mezclar ritmos, solo buscando el punto de unión".

Nacho Estévez, que estudió guitarra clásica en el Conservatorio del Liceu de Barcelona, no deja a un lado la labor didáctica y en la actualidad tiene un proyecto académico y de difusión de la tradición flamenca en la capital aragonesa denominada Escuela de flamenco Los Cabales. "En Aragón, al contrario de lo que pueda parecer, hay mucha tradición flamenca". Es más, tal y como asegura El Niño, "desde hace cuatro o cinco años el flamenco ha vuelto a resurgir". Solo hay que fijarse en esta semana pasada en la que, como recuerda Nacho Estévez, "han tenido lugar seis actuaciones flamencas de diferentes artistas aragoneses en Zaragoza, que además han tenido gran acogida por parte del público". Algo que espera vuelva a suceder esta noche.