Reconstruir en lugar de destruir, ahorrar en lugar de gastar. Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal han levantado edificios guiados por el pragmatismo y la modestia en una época de grandes estrellas y presupuestos desorbitados, y hoy, su trabajo, les ha convertido en los nuevos ganadores del Premio Pritzker, considerado el Nobel de Arquitectura.

Anne Lacaton (1955, Saint-Pardoux, France) y Jean-Philippe Vassal (1954, Casablanca, Marruecos) están casados y son socios fundadores del estudio Lacaton & Vassal (1987), un estudio con sede en París. Su trabajo, una treintena de proyectos, se ha concentrado en Francia y algunos países africanos. Fuera de su país son grandes desconocidos para el gran público, pero su trabajo ha ganado proyección en los últimos años justo por ir contracorriente.

Entre sus proyectos se encuentran proyectos dispares: grandes renovaciones de edificios públicos como la del Palais de Tokyo en París o el centro de exposiciones FRAC de Dunquerque. Conviven en su portofolio con otras que podrían considerarse menores, como la renovación de tres modestos edificios de alquiler social en Burdeos, que les valió el Premio Mies van der Rohe en 2019.

Su trabajo, según el fallo del jurado, entraña un fuerte “espíritu democrático” y ha conseguido “renovar” y “revitalizar” los legados de la arquitectura moderna. “Su trabajo responde a las emergencias climáticas y ecológicas de nuestro tiempo -subraya el fallo-, así como urgencias sociales, particularmente en el ámbito de vivienda urbana”. Para entender la filosofía de esta pareja de arquitectos hay que ir más allá de las imágenes de sus austeros edificios.

Esa máxima se cumple en la renovación de las viviendas de alquiler social de Burdeos, y en proyectos similares de viviendas sociales que han realizado a durante más tres décadas de trayectora. “Hay una humildad en su enfoque, que respeta el objetivos de los diseñadores originales y las aspiraciones de los ocupantes actuales”, defiende el jurado.

En 1993, el ayuntamiento de Burdeos le encargó renovar la plaza Leon Acoc de Burdeos, el objetivo era “embellecer” la plaza. Ambos estudiaron el lugar, hablaron con los vecinos, muchos de ellos jugaban a la petanca bajo los árboles del parque. Concluyeron, y así lo comunicaron al ayuntamiento, que no había mucho que hacer, todo estaba en su lugar, simplemente había que reemplazar la grava, tratar los arboles y modificar levemente el tráfico. No había nada que construir, solo otorgar un potencial a lo que ya existía.

Mínima intervención y pasado

Esta máxima de “mínima intervención” y “respetar el pasado”, se repite en las renovaciones del Palais de Tokio, donde apostaron por dejar al descubierto las huellas del proceso de restauración con materiales en bruto; o el gran centro de exposiciones FRAC de (Dunquerque, Francia) donde en vez de modificar el edificio original, una imponente fábrica de barcos, crearon una replica por menos presupuesto.

Pero más importante que el presupuesto y el pragmatismo de sus propuestas para Lacaton y Vassal son las personas que habitan los edificios. Ambos creen que los edificios que se restauran o los que se crean de nueva planta solo son hermosos cuando la gente “se siente bien en ellos, cuando la luz interior es hermoso, el aire es agradable, y cuando hay un transición fácil entre interior y exterior”.

“Nuestro trabajo consiste en resolver limitaciones y problemas, y encontrar espacios que puedan generar usos, emociones y sentimientos”, explica Vassal.

Entre sus obras más significativas se encuentran la Casa Latapie (1993), una de sus primeras viviendas privadas, la renovación de las viviendas sociales de la Tour Bois le Prêtre, and the École Nationale Supérieure d'Architecture de Nantes (Nantes, France 2009), la Casa Cap Ferret, las viviendas sociales Ourcq-Jaurès en Paris, y un edificio de oficinas y viviendas en Chêne-Bourg en Ginebra.

Muchos premios

Lacaton y Vassal compaginan la docencia con su trabajo como arquitectos en universidades de todo el mundo.

El estudio que fundaron ha recibido numerosas condecoraciones como el BDA Grand Prize (2020); el Global Award for Sustainable Architecture, la medalla Heinrich Tessenow (2016), la International Fellowship from the Royal Institute of British Architects, 2009, el Grand Prix National d'Architecture de Francia (2008) o el Premio Mies Van der Rohe de arquitectura contemporánea de la UE.

Anne Lacaton es la sexta mujer vez que recibe este premio convocado por la Fundación Hyatt. El Pritzker ha recaído en anteriores ediciones en arquitectos como Zaha Hadid, Norman Foster y Oscar Niemeyer, entre otros.