El director de cine Gaizka Urresti tiene claro que Luis Eduardo Aute (Manila, 1943), «es uno de los creadores de cultura en español más importantes del los últimos 50 años y de los que más han influido en otros autores». Además, «es un ejemplo para varias generaciones de lo que significa crear con libertad». De ahí que, hace ya unos años, decidiese realizar una película documental que rindiese tributo a este artista polifacético -«un indisciplinado de las disciplinas artísticas»-, para que además de quienes ya han disfrutado de él pudiese ser conocido por la gente más joven. Así nació Aute Retrato, una «celebración de la obra» de este autor, que el lunes se presentó en primicia en el Teatro Principal de Zaragoza, y que llegará a los cines de toda España el próximo viernes.

«A Aute lo conocemos sobre todo como cantautor, pero quizá esa faceta ha impedido ver su importancia en otras artes como la poesía, la pintura o el cine; por eso he querido presentar en la película a un Aute inédito, que la gente que la vea descubra una voz poética que ha abordado durante años los conflictos humanos de siempre y que al salir del cine tengan ganas de ir a tomar un café con él», explicaba ayer Urresti antes de la proyección.

El realizador presentó por la mañana la película a la prensa acompañado por el director general de Cultura de Aragón, Víctor Lucea; la vicealcaldesa de Zaragoza y consejera de Cultura, Sara Fernández; el gerente del Patronato Municipal de Artes Escénicas, José María Turmo y la directora general de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión, Teresa Azcona, como representantes de las instituciones que han apoyado el proyecto, así como el cantautor Pedro Guerra, que participó tanto en el filme como anoche en la gala del estreno cantando un tema de Aute.

Guerra, precisamente, insistió en la importancia que ha tenido Aute en la música española «pues nadie puede ser cantautor o cantautora en este país sin haber bebido de su música», para concluir que lo considera «no una de las figuras más importantes de la música española, sino que me atrevería a dar un salto y situarlo junto a Leonard Cohen». La pena, resaltó, es que «los que nos expresamos en español tenemos la batalla perdida con los que lo hacen en inglés y hay personas como Violeta Parra que me parece espectacular, pero canta en español»; por lo que entiende que si a autores como Bob Dylan se les ha reconocido con el Premio Nobel o a Cohen con el Príncipe de Asturias, «¿a Aute o a Parra por qué no?», se preguntó.

Gaizka Urresti, vasco residente en Zaragoza, comenzó a gestar el documental en 2015 cuando buscaba un personaje para hacer una biografía, como ya la había hecho con los cineastas Luis Buñuel o Segundo de Chomón, o del sacerdote y cooperativista José María Arizmendiarrieta, y optó por Aute porque tenía una relación especial con él «pues vio mi película Un dios que ya no ampara y me escribió una carta manuscrita analizando el filme», y también por su «bonhomía».

Inició lla grabación en el año en 2016 cuando comenzó a acompañar al artista en la gira Giraluna, donde Aute repasaba sus 50 años en el mundo de la música, pero se vio frenado por el infarto que el cantautor sufrió en agosto de ese año, que le tuvo varios meses en coma y del que tardó en recuperarse. «La verdad es que en principio me costó convencerle porque es muy tímido y porque entendía que no era merecedor de una película». Pero lo convenció, solo que el infarto trastocó los planteamientos.

Así, en el documental, hay tentrevistas con diferentes protagonistas que participaron en el concierto homenaje a Aute Ánimo Animal, que también grabó Urresti, con artistas como Dani Martín, Joaquín Sabina, Víctor Manuel, Silvio Rodríquez, Pedro Guerra, Ismael Serrano o más jóvenes como Rozalén o Marwan. «La primera idea era una gran entrevista final con Aute que las enlazase a todas pero se replanteó la obra y comencé a revisar material de sus entrevistas desde los años 70 y lo que se consigue es que Aute trace un retrato de si mismo con el paso del tiempo».

El Aute más aragonés

El largometraje, de 98 minutos, repasa los 50 años de creación abordando todas las disciplinas manejadas por Aute, así como sus temas recurrentes, el erotismo, el amor, el humor... Y muestra también «al Aute más aragonés», pues como apuntó el director «tenía a Buñuel y a Goya como dos de sus máximos referentes. «Goya ya lo inspiró en la película de animación Un perro llamado dolor, en el 2002, y hay que recordar que en 2009 rompió la hora en Calanda, que luego le dedicó una calle. Aute dijo entonces que a cuando se van cumpliendo años hay pocas cosas que te sorprendan en la vida, pero que el momento de los tambores fue único».