Carpanta, las hermanas Gilda y Mortadelo son personajes tan arraigados en nuestro imaginario que parecen inseparables del pan con chocolate de las meriendas infantiles. El mejor repertorio de los tebeos que editaba Bruguera ha sido rescatado para presentarse a partir del 20 de enero en una exposición que destila el humor cáustico y gamberro de cuando todavía no había televisión.

La exposición se titula Factoría de humor Bruguera , se presenta en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona y responde a un proyecto de los especialistas en cómic Jaume Vidal y Carles Santamaria. Contendrá 75 originales seleccionados de entre unos 80.000 propiedad de Ediciones B del Grupo Z, que adquirió el fondo, tanto de humor como de aventuras, cuando editorial Bruguera cerró en 1986. La exposición se centra en los tebeos Pulgarcito , Din Dan , DDT , Tío Vivo y Lily . El más veterano fue Pulgarcito , tebeo que lanzó en 1921 la editorial Gato Negro, fundada en 1910 por Juan Bruguera. Sus hijos siguieron editando tebeos, ya con el nombre de editorial Bruguera y crearon un auténtico imperio. Los comisarios de la exposición reivindican no tanto la individualidad de los dibujantes sino el término factoría Bruguera porque consideran que esta editorial fue una de las primeras industrias culturales españolas.

RENOVACION DEL GENERO

Una de las virtudes de la factoría Bruguera , señalan Vidal y Santamaria, radica en que su plantilla de dibujantes "renovaron el género que había quedado anticuado con el TBO y crearon un humor costumbrista, sarcástico, muy acorde con el retrato de la sociedad española de la posguerra y el desarrollismo". Y ponen el acento en los originales, que a veces tienen indicaciones a mano, correcciones o gags ya vistos que se repiten y demuestran que la inspiración va a la baja. "Los autores estaban atados a la mesa de trabajo porque el objetivo era entregar semanalmente", señalan.

La exposición, además de mostrar cómo era editorial Bruguera por dentro, se ha dividido en varios apartados de acuerdo con las tipologías de los personajes establecidas por Vidal y Santamaria. Vidas frustradas reúne por ejemplo a Carpanta, que sueña con zamparse un pollo, un lujo en los años 40; al bobalicón de Don Pío y a Rigoberto Picaporte, solterón de mucho porte. Héroes imposibles engloba a Anacleto, agente secreto y a Sir Tim O´Teo, sosias patosos, respectivamente, de James Bond y Sherlock Holmes. Y sobre todo, a Mortadelo, quizás el único héroe que no se ha ido apolillando y que ha gustado a varias generaciones de lectores de tebeos.

Con el nombre de La fraternidad sádica aparecen los inquilinos de 13 rue del Percebe, la familia Churumbel, las hermanas Gilda, Fifí o Zipi y Zape entre otros muchos. "El toque acaramelado es imposible. Incluso los personajes simpáticos son mediocres y mezquinos, unos miserables que cargan con los siete pecados capitales", advierten los comisarios. En el ámbito Felices inconscientes aparecen personajes despistados y de una ingenuidad surreal como el cegato Rompetechos, Carioco y la abuelita Paz. En el cajón de Incompetencia laboral se han colocado a Pepe Gotera y Otilio, el caco Bonifacio, el botones Sacarino, Petra, criada para todo y el reporter Tribulete, que en todas partes se mete.