DIRECTOR Ekachai Uekrongtham ACTORES Asanee Suwan, Sorapong Chatree PAIS Tailandia

AÑO 2003

SALAS Goya

Jean-Luc Godard rodó en 1966 una película cuyo título, Masculin fémenin , le iría como anillo al dedo a este primer largometraje del realizador tailandés Ekachai Uekrongtham. Beautiful boxer narra la historia real de Nong Toom Parinya Charoenphol, un famoso luchador de kickboxing que vivió durante muchos años atrapado en el cuerpo masculino que no deseaba.

Sus inclinaciones homosexuales se despertaron de muy pequeño, como cuenta la película, y lejos de reprimirlas en un mundo tan virilizado como el de los combates de kickboxing, decidió explotar abiertamente su lado femenino en un acto reivindicativo y publicitario por igual.

De este modo, Nong Toom alcanzó la popularidad. La aparente paradoja no está en ese violento recorrido por los cuadriláteros de toda Tailandia y gran parte de Japón, dando y recibiendo golpes para ganar el dinero suficiente con el que pagarse la operación de cambio de sexo. La paradoja reside en un triunfo mucho más costoso, el de poder pelear mostrando con orgullo el rostro maquillado, los labios pintados de carmín y el pelo peinado como el de una mujer.

Beautiful boxer se convierte así en la crónica real de algo que a ningún creador de ficciones cinematográficas podría habérsele ocurrido. Quizás en pocas películas como ésta sea tan necesario el socorrido rótulo inicial anunciándonos que la película se basa en una historia verdadera.

El filme avanza pues en base a la alternancia de secuencias que pertecen a géneros completamente distintos. De un lado las escenas de peleas de kickboxing, subgénero más bien pedestre y rutinario destinado al consumo rápido. Del otro, el melodrama sobre la superación personal y la lucha cotidiana contra las normas sociales y las represiones sexuales.

Uekrongtham intenta homogenizar esos dos mundos opuestos con resultados bastante prácticos, aunque uno tenga la sensación de que ha suavizado en exceso los elementos más desagradables de la historia puliendo al máximo el melodrama de sus contornos ariscos.