Belén Rueda regresa al cine de terror con No dormirás, un asfixiante relato de la obsesión de una creadora teatral dispuesta a pagar cualquier precio por llevar a la perfección a sus actores, que descubre, una vez más, dice la actriz, la maestría española en ese terreno.

«España es un gran exportador de películas de terror y lo somos porque somos capaces de hacer un terror muy fino en el que la verdad y lo que está en tu mente rozan siempre la línea», afirma Rueda ante el estreno, hoy viernes, de la película dirigida por Gustavo Hernández.

La actriz abunda en esta idea con una reflexión del director de cine Guillermo del Toro, maestro del género y productor de varias de las cintas fantásticas en las que ha trabajado, como El orfanato o Los ojos de Julia: «Él preguntaba por qué tiene que ser verdad aquello que tocas y no aquello que estás viviendo (en tu cabeza) cuando tu lo vives como algo real. Y creo que España ha logrado bordar esa máxima de las películas de miedo en las que el terror psicológico lo vive cada uno en la sala de una manera diferente», dice.

En No dormirás, Rueda es Alma Böhm, una directora de teatro que somete a los actores a cuatro días de insomnio para hacer una única función y los obliga a convivir una semana en el mismo sitio donde va a ser puesta en escena. «Hay una psicosis, y un personaje más que es la propia casa donde sucede la historia que se está contando. Durante el rodaje hablamos mucho del insomnio», explica la actriz, a quien acompaña Natalia de Molina, una de esas actrices llevadas al límite.

Ninguna de las dos aprueban esas prácticas por conseguir un grado más en la perfección: «Yo no lo he hecho nunca», dice De Molina, ganadora del Goya por su debut en Vivir es fácil con los ojos cerrados (2013).

«No se puede hacer eso porque pierdes el control -agrega Rueda-; esto es una película dentro de una película pero yo creo que un actor debe ser dueño de sus emociones y debe poder colocarlas donde quiera; es cierto que a veces trabajas después de haber ensayado mucho y te salen las cosas muy de aquí», dice, señalándose el pecho.

Para De Molina, los personajes están «constantemente al borde de la locura». El terror psicológico se lleva fatal, dice, porque «la mente da mucho miedo; hay tantas preguntas sin respuesta», abunda De Molina.

PELÍCULA DE GÉNERO 'DE LIBRO'

El director, el uruguayo Gustavo Hernández, cuenta que se le ocurrió la idea después de pasar 48 horas sin dormir tras un rodaje muy duro. Al no poder conciliar el sueño, se puso a jugar un videojuego de precisión, el Guitar Hero, al que siempre perdía con su hijo adolescente, y aquella noche hizo récord: «Cuando el cuerpo no descansa, los sentidos se ponen alerta», cuenta.

Diez meses más tarde, el director y Juma Frode terminaron un guion que se nutrió de investigaciones sobre el insomnio y las consecuencias de no dormir; «esas sí son aterradoras de verdad», apunta, y luego «las multiplicamos».

Con esas premisas, el director reconoce que No dormirás tiene los parámetros «de libro» de una película de género, incluida Belén Rueda, y por supuesto, la casa. «Es un orfanato abandonado, muy grande, deshabitada, medio destruida, donde hacía mucho frío. Lidiamos con esa arquitectura un tanto indomable, se convirtió en un personaje más. Era un lugar sin energía. Yo soy de caminar y a veces pensaba caminando y cuando me daba cuenta de que me había alejado de todos, de verdad que pasaba miedo», confiesa, ahora entre risas.

La película, dice, «tiene su cuota de miedo pero habla del sacrificio y de la capacidad de los artistas de poner un pie en la locura y luego sacarlo». «La pregunta -dice Hernández- es hasta dónde se arriesga un artista por conseguir una obra memorable».