La ausencia de la palabra marcó la primera jornada del festival Sitges Teatro Internacional (STI), celebrada el pasado viernes. Tanto Después te lo cuento , un montaje de teatro-danza protagonizado por Mar Gómez, como White Cabin , una producción del Akhe Theatre de Moscú, se comunican principalmente con el público por medio de las imágenes. El texto está ausente en uno y otro montaje.

La compañía de Mar Gómez narra una historia de asesinato y venganza a través de una danza marcadamente contemporánea, que en todo momento se sitúa en la frontera con el teatro. La obra, con seis actores en escena, se localiza en un supermercado. Es una propuesta radical, con escenas de gran belleza y un desarrollo argumental algo confuso. En la coreografía de la obra ha intervenido el histórico director Lindsay Kemp; la larga escena final, en la que se produce un atractivo baile festivo, con novia vestida de blanco incluida, tiene el sello del polifacético hombre de teatro.

El espectáculo ruso White Cabin es tan bello como frío. Dos actores y una actriz recrean toda suerte de juegos en escena, sin relación entre sí. Lo hacen con el rigor y el ritual propios del mejor teatro ruso y en más de un momento fascinan al espectador.La obra pasa sin solución de continuidad de la poesía a la magia, de la violencia a la ironía. Y por lo general está recorrida por un humor serio poco habitual.

Es un montaje de pequeño formato cuidado en sus más mínimos detalles, en el que destaca también la iluminación, que busca siempre la creación de claroscuros.