El Teatro Principal se vistió de gala ayer para hacer de anfitrión, una vez más, del estreno del nuevo espectáculo de Berna, Dos tierras. No se trataba de una función más y el público lo sabía, pues casi una hora antes de que comenzara el espectáculo ya se amontonaban en la puerta del teatro corrillos de gente comentando la jugada. «Seguro que está muy bien. Es Berna», le comentaba una señora a otra mientras esperaban a una tercera. La larga fila para entrar ya anticipaba lo que después se confirmó dentro de la sala: el Principal se llenó. Era muy complicado encontrar un solo hueco fuese a donde fuese que mirases.

«Berna es extraordinario. Nos gusta mucho y además es de aquí. Hay que apoyar a los de la tierra. Además hoy está con Nacho del Río. Va a ser precioso», auguraba una señora vestida en un largo visón. Otra de las asistentes que esperaba antes de entrar, de nombre Lourdes Hernández, se jactó de haber visto ya a Berna «cuatro o cinco veces». «Cada vez es diferente. Lo último que vi fue Hambre y me encantó. Siempre me sorprende y esperemos que hoy esté muy bien», dijo además.

Nacho Escuín, director general de Cultura del Gobierno de Aragón, tampoco quiso perderse la cita. «Dos tierras es muy interesante. Nace de dos elementos con los que Berna lleva tiempo trabajando: por un lado, su raiz y las tradiciones; y por otro, la búsqueda constante de nuevos lenguajes dentro de la jota y de la fusión de nuestro folclore con otros estilos», dijo Escuín.

Una vez se llenó la platea y el timbre había sonado, no pasó mucho tiempo hasta que comenzó el espectáculo. Todas las luces se apagaron, menos un foco anaranjado que iluminó al guitarrista que dio paso al resto de la banda.

Con una iluminación espectácular y una puesta en escena visualmente muy armoniosa. Berna y Manuela Adamo aparecieron como de la nada y como si nada, amoldando perfectamente sus movimientos a los sonidos de la música. La melodía, a ratos cercana a los soniquetes que todos asociamos con la jota y a ratos mucho más vanguardista, sorprendió mucho entre el público, que no dudó en aplaudir después del primer tema. Una tónica que se repitió a lo largo de todo el espectáculo.

Además de una obra musical y de danza, el proyecto Dos tierras incluye también un disco, que recoge las canciones que musican la función, y un libro sobre el tarantismo, una leyenda italiana por la cual se creía que bailando uno podía sanar tras la picadura de una araña. El objetivo de todo este trabajo es demostrar las conexiones entre el folclore aragonés y el del sur de Italia, de donde procede Manuela Adamo, ya que ambas tradiciones comprarten origen y pasado: la Corona de Aragón.