Este es el primer año que el premio al compromiso medioambiental que entrega todos los años el festival Ecozine toma el nombre de la activista Berta Cáceres, asesinada en 2016. En esta ocasión el reconocimiento ha sido para Salvemos las montañas de Cáceres, un movimiento que lucha contra las minas a cielo abierto en esta provincia extremeña y bajo el que se amparan un montón de colectivos e individuos que persiguen este mismo fin. Pedro Piñeiro, director de Ecozine, informó ayer de esta decisión recordando la figura de Cáceres, que recibió este mismo premio hace dos años a título póstumo. La hija de la activista hondureña, Laura Zuñiga, estará en la gala de entrega de premios de Ecozine que será el próximo miércoles 24 en el Teatro Principal.

Piñeiro quiso además aprovechar la ocasión para hacer una valoración de cómo esta desarrollándose esta edición, la undécima, de Ecozine. «De momento todo va muy bien, en Pamplona, que estrenábamos este año, ha ido considerablemente bien. Eso sí, no hay que relajarse, hay que seguir trabajando porque queda una semana larga», comentó ayer el director de la muestra. Ecozine comenzó el pasado 8 de mayo y todavía quedan otras ocho jornadas por delante, entre las que destacan la gala de premios y varios de los visionados de la sección competitiva. Mañana mismo, a las 12.00 horas en el centro cívico de la Cartuja Baja, tendrá lugar uno de los tantos espacios infantiles que se han dado a lo largo del festival.

LOS DIRECTORES/ Una de las premisas de este certamen es que los realizadores y creadores de los filmes puedan estar presentes, en la medida de lo posible, en las proyecciones para que puedan explicar su obra. Ayer, varios de los directores de las películas, tanto nacionales como internacionales, que participan en la sección oficial competitiva se reunieron en la sede de la Asociación de Periodistas de Aragón para dar a conocer sus trabajos. Llamó especialmente la atención el largometraje de la italiana Chiara Bellini Gli anni verdi, que narra la historia de tres jubilados -dos hombres y una mujer- que, tras retirarse, deciden convertirse en activistas medioambientales. Este documental está localizado en el valle del Sacco, una zona próxima a la ciudad de Roma y que sufre los efectos de la contaminación del lindano, «una triste conexión que nos ha de animar para trabajar juntos en la lucha por el medio ambiente», dijo Bellini.