El 7 de noviembre de 1917 (25 de octubre en el calendario juliano vigente entonces en Rusia) los bolcheviques tomaban el Palacio de Invierno. En el centenario del inicio de la revolución de octubre, repasamos la oferta editorial disponible para entender ese episodio y su impacto a lo largo del siglo XX. El historiador turolense Julián Casanova, autor de uno de los títulos más recientes, lamenta que aún no estén disponibles en castellano los libros en que autores como Christopher Reade, S. A. Smith, Peter Holquist y Rex Wade plantean nuevos enfoques. Aun así, sobre la mesa tenemos títulos recientes que intentan plantear el estado actual de la cuestión como reediciones de clásicos que responden a la evolución de la historiografía de la revolución.

Tras años de polarización entre la ortodoxia marxista que sacralizaba la gloriosa revolución y la visión conservadora que ve en la revolución un golpe de estado violento que arruina una posible democracia parlamentaria, la caída del muro y la apertura de los archivos soviéticos consolidó una serie de obras de referencia desde el punto de vista de la historia social y cultura (Figes) o de un liberalismo triunfante (Pipes, Service). Pero hoy, aunque los resultados evidentemente sean diversos, en opinión de Julián Casanova las últimas aproximaciones se caracterizan por varias tendencias la incorporación de las identidades de género, religión, sociales y culturales, un ya inexcusable rechazo a la violencia, el encaje en un «continuum de crisis» como mínimo de 1914 a 1921 y el papel clave de la guerra mundial como elemento detonante.