Títulos como Herstory, de María Bastarós, Fuimos nosotras, de Magis Iglesias; Mujeres matemáticas, de Joaquín Navarro; El feminismo lo cambia todo, de Silvia Clavería; La mejor madre del mundo, de Nuria Labari; Fondo de armario, de Patricia Esteban; o Las chicas van donde quieren, de Irene Cívico; son algunos de los 24 títulos que los lectores podrán consultar o tomar prestados en las 25 bibliotecas municipales y el bibliobús. Con la incorporación de estos fondos, en los que se han invertido unos 10.000 euros, se pretende combatir la brecha de género en los centros municipales, y es fruto del acuerdo que firmaron ayer en la Biblioteca María Moliner Arantza Gracia, concejala de Educación e inclusión del Ayuntamiento de Zaragoza; y la escritora aragonesa Irene Vallejo, en representación de la asociación Clásicas y Modernas.

El objetivo de esta iniciativa, que comenzó en Valencia y se ha extendido a Madrid y Segovia, es mejorar la visibilidad de las escritoras y de sus obras. las hay de narrativa, literatura infantil, ensayo o biografías.

«CORREGIR DESEQUILIBRIOS»

Gracia aseguró que se trata de poner en valor el «papel de la mujer en la cultura» así como proponer una «mirada de género» ya que hasta ahora se «ha excluido tradicionalmente a las minorías y también al las mujeres» por lo que se quiere rescatar la aportación que han hecho a la cultura para así «corregir desequilibrios».

Por su parte, Irene Vallejo hizo hincapié en que «hay que apelar a las instituciones que custodian el patrimonio» para que no se omitan textos firmados por mujeres; y es que en muchas ocasiones «se presenta como cultura universal» algo que no lo es por lo que es necesario «rescatar las voces femeninas».

Los criterios a la hora de seleccionar los textos se eligió «clásicos que deberían estar» o las últimas novedades. Uno de los requisitos es que todos los lotes fueran iguales para las 25 bibliotecas y el bibliobús, por lo que los adquiridos no podían consultarse en ninguna de las librerías.

La idea es, según Vallejo, «formentar los autores locales, pero eso es solo una sugerencia», señaló. Por su parte, la concejala de Educación, invitó a los usuarios a que si notan «alguna ausencia» sugieran títulos para una futura adquisición.

En cuanto a si existen datos de porcentaje de libros escritos por hombres y por mujeres, desde la asociación, aseguraron que «no hay datos» y esa es otra «fuente de trabajo para intentar saber qué ausencias puede haber. Además, adelantaron que desde la Biblioteca Nacional ya incorporando la «variable de género» a la hora de calcular la autoría de los fondos; y en Aragón también se ha empezado.

Y desde Clásicas y Modernas realizaron un estudio recientemente sobre las críticas de libros que aparecían en los diarios y solo el 13% correspondían a mujeres.

El acuerdo Bibliotecas por la Igualdad incluye además de la compra de libros, la organización de talleres, y actividades, presentaciones de libros, debates y foros. También la propia programación de actividades tendrá en cuenta la perspectiva de género, potenciando talleres de sensibilización lectora hacia las obras de autoría femenina. De hecho, ya se ha realizado uno en el que se invitaba a los niños a sacar de las estanterías los libros escritos por hombres y eran muchos más que los que quedaban.