ARTISTA Bigott presentando las canciones de Pavement Tree, su nuevo disco

LOCAL sala Oasis, de Zaragoza

FECHA viernes, 21 de noviembre

ASISTENCIA 500 espectadores

Heterodoxo, transversal, revulsivo, personalísimo y gamberro. Nadie puede escamotear al zaragozano Bigott esos atributos. No solo es un tipo escurridizo en el terreno de las taxonomías; tiene además la habilidad de desacralizar el negocio de la música popular que a menudo se muestra excesivamente serio o, si lo prefieren, demasiado circunspecto. Tal vez por eso Bigott es tan prolífico, publicando, salvo un par de excepciones, un disco por año.

No discutiremos su capacidad para escribir canciones notables y su desparpajo para saltar sin complejos de un estilo a otro, manteniendo unos parámetros sonoros, por supuesto; pero su repertorio brillaría con más intensidad si espaciase su producción o fuese algo más exigente con ella (el rigor no está reñido con la provocación).

En ese estado de cosas llegamos a Pavement Tree, su nuevo álbum, que el viernes presentó en la sala Oasis, y que llega con la firma de Jeremy Jay en la producción. Jay es un compositor e intérprete inspirado, practicante de un sugerente pop cinematográfico que él quiere emparentar con el de Buddy Holly, y que oscila entre lo retro y lo contemporáneo.

Tal vez por eso su elección para pilotar el disco de Bigott parecía a priori una buena opción. Luego se ha demostrado que Jeremy ha impreso a Pavement Tree (un álbum irregular, que acaba de ser publicado) de un ligero sabor psicodélico pero demasiado cool. Mas ahí estuvo Bigott ejerciendo de sí mismo y dando la vuelta en directo a esas canciones con un pulso más rotundo y agresivo, incluidas Even If I Don't Know Whay, que interpretó con alma en solitario, y We'll Dance, pieza que bordó la bajista Clara Carnicer.

A destacar también la labor de Cristian Barros (guitarra y teclados) y de Pablo Jiménez (batería). Una velada, por lo que a Bigott se refiere, repleta de altibajos, cuando menos en su primera mitad. Ni que decir tiene que público celebró a gusto las canciones más antiguas y el par de versiones que regaló (de Yo la Tengo y Pixies).