MILENIO

AUTOR: Manuel Vázquez Montalbán

EDITORIAL: Planeta

PAGINAS: 416

PRECIO: 20 euros

No es ninguna novedad que el detective Pepe Carvalho viaje, pero quizá sí lo es que no haga más que viajar incansablemente. No sabemos si valía la pena dar tantas vueltas, y habrá que buscar una explicación literaria o narrativa. La primera parte de Milenio (la segunda aparecerá en marzo) no crece argumentalmente y a duras penas esconde intriga alguna, o es ligerísima. Quizá porque Manuel Vázquez Montalbán se dio permiso para hacer la novela menos carvalhiana de todas en esta última, la más desentendida de los tópicos de la serie.

En realidad, en Milenio manda Biscuter, que gana un protagonismo casi total para compensar la pasiva indolencia, desganada y abstencionista, del propio Carvalho. Se puede sospechar que Vázquez Montalbán decidió la forma itinerante de este libro, como tal libro de viajes rapidísimos (desde Barcelona hasta Afganistán y el triángulo del opio , pasando por la India, el Ganges, Estambul y Turquía...), para reencontrar las imágenes de su propia biografía: reencontrar los olores de la miseria, los trenes sucios de la posguerra, la hostilidad de la precariedad...

Los lectores más fieles de la serie echarán de menos muchas cosas, quizá demasiadas, del mejor tronco narrativo y fabulador del autor: pasa por las ciudades y los lugares, los personajes e incluso los fogones a tanta velocidad que apenas puede extraer alguna observación de interés. Lo que queda en el libro es demasiado poco para los que aman al autor Naturalmente hay complicidades que se agradecen, como cuando el propio narrador evoca otros casos y otros viajes de Carvalho, o cuando remite a episodios de la infancia del personaje (y añadamos que del propio Vázquez Montalbán). Pero no es suficiente, y no lo es ni siquiera cuando se llega al final y, con un puñetazo del azar, el lector sabe que Biscuter sólo piensa en coger un avión hacia Bangkok.