En Give My Love To London, la pieza que titula y abre el nuevo disco de Marianne Faithfull, la gran dama del bulevar de los sueños rotos nos habla de ríos por los que fluye sangre y de torres que caen mientras canta Pirate Jenny, la canción de Kurt Weill y Bertolt Brech de La ópera de tres peniques, que Marianne grabó en 1997 en ese álbum gloriosamente decadente titulado 0th Century Blues. Todo un guiño, sin duda, el lanzado en esa composición firmada por ella y Steve Earle, a Jenny la pirata, de regreso en su barco de bandera negra al Londres de sus grandes alegrías como una superviviente entre las ruinas de un nuevo y convulso siglo. Faithfull destila en Give My Love To London angustia y descontento, y una melancolía revulsiva sin las trazas de la sensualidad de otras grabaciones.

Para este regreso, tras algunas fracturas en su salud, Faithfull se alía con el mentado Earle, pero también con Roger Waters, Ed Harcourt y Dimitri Tikovoi, Nick Cave (autor en Late Victorian Holocaust y Deep Water), Patrick Leonard (figura clave en el último álbum de Leonard Cohen), Ana Calvi... Y además revisa The Price Of Love, de The Everly Brothers; Going Home, del disco Old Ideas, de Cohen, y I Get Along Without You Very Well, de Hoagy Carmichael (con letra basada en un poema de Jane Brown Thompson), autor de la singular Georgia In My Mind.

Si en Horses & High Heels, su disco anterior, Marianne Faithfull se mostró vitalmente incombustible, ahora, vuelve transmutada en heroína de una ópera que refleja lo que podría ser una reedición actual de la República de Weimar.