Hace justo año y medio, Stephen Hillenburg, creador de Bob Esponja y del resto de criaturas marinas de Fondo de Bikini, revelaba que padecía esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una cruel patología neurodegenerativa para la que la medicina todavía no ha encontrado cura. En un emotivo comunicado, el animador y biólogo marino aseguraba que seguiría trabajando en las aventuras de la carismática esponja amarilla todo el tiempo que le fuera posible. La cadena Nickelodeon anunció ayer a través de su cuenta de Twitter el triste fallecimiento de Hillenburg a la temprana edad de 57 años, una noticia devastadora para la infinita legión de fans de la serie animada y, especialmente, para aquellos que siempre le quisieron dar las gracias por hacer del mundo un sitio algo mejor.

Porque todas y cada una de las aventuras de Bob Esponja, Patricio Estrella y el resto de habitantes de Fondo de Bikini han sido un soplo de vida, una inyección de euforia, desde su aparición el 1 de mayo de 1999 en la cadena Nickelodeon, en aquel ya histórico Se busca ayuda, en el que la alegre esponja de los ojos saltones encontraba trabajo en la parrilla de la hamburguesería El Krustáceo Krujiente. A lo largo de estos 19 años, la serie creada por Hillenburg ha convertido a sus personajes en iconos de la cultura popular para todas las edades, con 242 episodios repartidos en 12 temporadas y dos largometrajes estrenados en cine, Bob Esponja: La película (2004) y Bob Esponja: Un héroe fuera del agua (2014). Y un tercero en preparación: Bob Esponja: Una esponja maravillosa, cuyo estreno está previsto para el 2020.

FAUNA Y FLORA SUBACUÁTICA / Hillenburg nació en Lawton, Oklahoma, en 1961, aunque en su niñez emigró con su familia a Anaheim, California, donde quedó fascinando por el océano. Estudió Biología Marina e impartió clases en un instituto oceanográfico, donde utilizaba como método de enseñanza un cómic con muñequitos de fauna y flora subacuática que él mismo había dibujado. Más atraído por la animación que por la docencia, Hillenburg decidió matricularse en el Instituto de las Artes de California, previo paso a entrar a trabajar en Nickelodeon para trabajar en la serie La vida moderna de Rocko. Con el tiempo iría desarrollando aquel cómic de sus años de maestro hasta convertirlo en la serie Bob Esponja, con sus carismáticos personajes triscando por el alucinante mundo de Fondo de Bikini, ciudad dotada de hamburguesería, hospital, parque de atracciones y autoescuela, y repleta de criaturas en actitud casi siempre disparatada. Un espacio, en fin, donde lo alegre y majareta es una forma de vida.

Hillenburg fue showrunner de la serie entre 1999 y el 2004. Ese mismo año dirigió Bob Esponja: La película, uno de los hitos del cine de animación del siglo XXI, hilarante road movie en la que nuestro héroe amarillo y el gran Patricio intentan recuperar la corona robada del Rey Neptuno. En los iniciales planes de Hillenburg estaba previsto que la película sirviera de final para la serie, pero Nickelodeon quiso aprovechar el filón produciendo más capítulos de los que exbiólogo marino prefirió desvincularse hasta su regreso, como coguionista y productor ejecutivo, del segundo (y no menos brillante) largometraje, ya en el 2014.

Serie más longeva y premiada en la historia de Nickelodeon, ha sido durante estas dos décadas un fenómeno sideral de la cultura pop. Y generando, también, focos de controversia por su chiflado nivel de frenesí visual, que según algunos estudios médicos podría afectar la atención de los niños. Sin olvidar, por supuesto, las críticas por los supuestos tics homosexuales en la relación de amistad de Bob Esponja y Patricio. El propio Hillenburg quiso siempre quitarle importancia a la dimensionada posibilidad de que hubiera rollo entre los dos buenos amigos.