lí, canta sus lamentos acompañado por los acordes de su guitarra acústica, a partir de las 22.30 horas, en el escenario de Sallent de Gállego, dentro de la programación de Pirineos Sur dedicada a los sonidos del Sahel. En el paisaje musical malinés, Boubacar Traoré es una excepción en toda regla. Su apodo Kar Kar (buen regateador) le viene de la época en que fue una gloria del fútbol. Con su toque de guitarra suave, la vaguedad en el alma y la poesía en el corazón, Kar Kar desgrana canciones depuradas, inspiradas en la tradición Kassonké.

Para Maciré , su segundo álbum en Label Bleu, se ha hecho acompañar de Habib Koité, su amigo e hijo espiritual, así como de los músicos de Bamada y de Kélétigui Diabaté, el virtuoso del balafón y del violín mandinga. La esencia del blues está en su música, pero Africa retoma su herencia para devolvérsela enriquecida.

De una vida marcada por el olvido y la resurrección, la desesperación y el consuelo, el malinés Boubacar Traoré ha extraído la materia prima de un blues arrebatador y de sosegada tristeza, que puede verse en su música y en el documental Je chanterai pour toi .