Bruce Springsteen hace en Western Stars una reflexión intima sobre la vida. La película que el boss ha presentado en el Festival de Cine de Londres está basada en el disco que publicó en junio. Junto a su esposa, Patti Scialfa, y a una treintena de músicos, Springsteen va interpretando cada uno de los temas del álbum en el granero de su rancho en California, que cuenta con un bar para obsequiar a los amigos. El espacio es majestuoso. Una catedral de madera centenaria, evocador de la América rural. Un recinto sagrado y mágico. Es un sitio de rituales, donde se celebran bodas, fiestas bailes, comenta durante el pase privado a la prensa. El rodaje de la parte musical la realizó en dos días su colaborador desde hace tiempo, Thorn Zimny, pero Western Stars es bastante más que la simple filmación de un concierto.

Pedazos rotos

Springsteen, con cuatro décadas de carrera lo ha conseguido todo y no tiene que demostrar nada. Ahora con 70 años que cumplió en septiembre, hace recuento de su existencia, de altos y bajos, de momentos de felicidad y de dolor, de la lucha constante que ha mantenido consigo mismo. "He pasado 35 años tratando de dejar atrás las partes más destructivas de mi carácter y sigo teniendo días en los que aún tengo problemas", declara en el film. "Todos nosotros tenemos nuestros pedazos rotos. En esta vida nadie sale indemne. Siempre tratamos de encontrar a alguien cuyos pedazos encajen con los nuestros y que algo emerja de ahí".

Cada canción va precedida de imágenes y reflexiones que suenan sinceras. La cámara le sigue al volante de su pick up por paisajes desérticos, con caballos salvajes y carreteras polvorientas e infinitas. Mientras hace millas deja volar el pensamiento y habla de la lucha entre la libertad individual y la vida en comunidad. El automóvil, recuerda, era hace años una metáfora de ir a un sitio a otro, de la libertad. Ahora no tanto. Hay nostalgia y belleza en las evocaciones de una América de tarjeta postal, la de los cowboys a lo Malboro y los rockeros en moto cruzando el país.

Un gran error

Western Stars incluye además retazos entrañables de películas super ocho, caseras y familiares, como los clips de su luna de miel con Patti, en 1988. Con ella canta en el granero, mejilla con mejilla. Son treinta años de vida sentimental juntos. Su presencia se siente incluso cuando no está. Ahora el cantante lamenta no haberla incluido en el disco. Debería haber contado con ella para el álbum, ese fue un gran error, admite. Por eso hemos querido que tuviera un papel destacado en la película.

Springsteen sabía que no irían de tour con el álbum y comenzó a plantarse de qué otra manera podría lograr que la gente escuchara sus nuevas composiciones. Fue entonces cuando comencé a escribir mis pensamientos sobre cada canción. La cinta concluye con la interpretación de Rhinestone Cowboy, de Glen Campbell, el único tema que no está incluido en el disco.