El cantante zaragozano Enrique Bunbury ha viajado hasta tierras argentinas para presentar su último disco como solista El viaje a ninguna parte . Durante su estancia en la capital argentina, concretamente ayer, este músico de renombre internacional afirmó que uno de sus objetivos profesionales es "abarcar menos y apretar más en mi propia música".

Bunbury, que tiene un público numeroso y fiel en Argentina desde que era líder de los desaparecidos Héroes del Silencio, trae en esta ocasión un álbum doble bajo el brazo con veinte canciones en las que mezcla rancheras, boleros, música de cabaret y rock. En sus tres conciertos en Buenos Aires, que comenzaron ayer, va a presentar junto a la banda El Huracán Ambulante canciones tan conocidas ya en España como Que tengas suertecita , Los restos del naufragio , Voces de tango y El aragonés errante .

Nicaragua fue el país elegido por el hoy solista, gran amante de los viajes y los libros, para componer las canciones del disco, que considera "una bisagra" entre una etapa que se cierra y otra que comienza, en la que aspira a concentrarse musicalmente hablando. "Fue una experiencia maravillosa", dijo Bunbury sobre los seis meses que pasó en el país centroamericano.

"Me dio una conexión con la música y la poesía popular, y una conexión muy fuerte con el sentir de América Latina. Además, pude reencontrarme y profundizar en mi oficio", subrayó el cantautor aragonés en una entrevista publicada hoy en el diario La Nación.

Su pasión por los viajes es una consecuencia de la que ya antes sentía por los libros. "Los libros me abrieron la cabeza para ser un apasionado del viaje y pensar que mi cultura no es la mejor de todas, aunque sea maravillosa", señaló.

Bunbury, que tiene 37 años y lleva siete como solista, afirma que "hay un cambio radical de edad y conocimientos" respecto a su etapa en Héroes de Silencio. "Antes hacía una música más juvenil. Ahora estoy tratando de enfocar mi música hacia un lugar más atemporal, que no tiene que ver ni con la moda, ni con la radio para chicos de 14 años que compran a Britney Spears o Limp Bizkit, que son lo mismo. Estoy haciendo discos para que se escuchen dentro de cinco años", explicó.

Para él, El viaje a ninguna parte es un disco bisagra en el que cierra una etapa y abro otra. "Hasta ahora estaba buscando un lenguaje en el que desenvolverme como cantautor y el viaje ha sido una parte importante porque quería encontrar un terreno sonoro más amplio para mi poesía", indicó Bunbury.