Enrique Bunbury y el vocalista y compositor del grupo Elefantes, Shuarma, se han unido a otro par de amigos, Morti, exvocalista de El Fantástico Hombre Bala y ahora en Ex Mundus, y al músico electrónico Carlos Ann, para dar rienda suelta a sus instintos musicales bajo el nombre de Bushido, que se ha creado exclusivamente para este proyecto.

Según explicó Shuarma, Bushido , que saldrá a la venta en formato de CD el día 26 de enero, es "el resultado de quince días de encierro voluntario en un estudio de Tarragona, en donde se habló y se discutió de música, y se hizo música dando rienda suelta a todo lo que llevamos dentro". El trabajo ya se puede comprar a través de la página web oficial de Bunbury, www.enriquebunbury.com. Según se afirma en Internet, se trata de una grabación anárquica en cuanto a la aportación de ideas y musicalmente seria y renovadora.

La idea surgió hace un par de años cuando Bunbury produjo el álbum Azul de Elefantes. "Entonces hablando con Carlos y Morti surgió la idea, pero no llegamos a hacerlo. Ahora hemos encontrado el momento y el sitio, y lo hemos conseguido, pero partiendo de una premisa, ninguno de los cuatro podía llegar al estudio con algo hecho o con ideas preconcebidas, todo tenía que ir saliendo sobre la marcha".

Shuarma reconoce que hubo momentos difíciles, porque eran "cuatro personalidades duras con criterios diferentes, pero la mayor parte del tiempo fue algo maravilloso, porque todo fue fruto del diálogo de cuatro amigos". Los cuatro firman juntos los 15 cortes de un disco en el que se "habla de todo, de sexo, amor y felicidad, incluso temas sociales, pero todo desde un prisma un tanto surrealista".

Entre los títulos del álbum figuran La felicidad, España, Rusa-rumana, Sex food, Entra conmigo y Desmejorado , una canción que Bunbury regaló a Raphael para su último álbum.

Pero Bushido, palabra que proviene de los ritos de los samuráis japoneses, no tendrá proyección en el escenario. "El directo es imposible, más que nada por una cuestión de concepto, con un principio y un final, porque fue creado para ese momento", comenta.

Shuarma confiesa que a él profesionalmente le ha "servido de mucho", porque, según comenta, ha aprendido a "darse cuenta de que un disco es mucho más aburrido cuando lo haces tu solo. Es mejor compartir las tareas creativas".