Angel Orensanz, escultor oscense nacido en Larués, tiene previsto traer, en los próximos días y todavía sin ubicación, su premiada Navaja en el ojo a la capital aragonesa. La obra que fue creada especialmente para homenajear al director Luis Buñuel, fue fabricada para el municipio turolense de Calanda, lugar de nacimiento del aclamado cineasta.

La escultura ha sido recientemente premiada con el premio Lorenzo el Magnífico de la IV edición de la Bienal de Arte Contemporáneo de Florencia. Y ha estado expuesta en París, en la Ciudad Universitaria, hasta el pasado 25 de julio. Las previsiones del escultor es que llegue a Zaragoza a lo largo de los próximos días. A pesar de que aún no se sabe el lugar exacto en el que será colocada la obra, el autor está muy convencido de que "el sitio elegido será el perfecto para que luzca en todo su esplendor".

Navaja en el ojo pretende representar la famosa escena del cine de Buñuel en la que una navaja de afeitar pasa sobre el ojo. Es una escultura de nueve metros de alto de metal en cuya cima tiene una esfera de la que salen triángulos de metal que son focos de luz. Dentro de cada triángulo aparecen representadas figuras humanas. Estos triángulos contrastan con el núcleo esférico central que corta, detiene la luz. Los focos pretenden recordar a la iluminación del cine, es un homenaje al mundo fílmico. La obra, en palabras de su creador, "tiene vida por sí sola y es una fórmula explicativa del cine".

El hecho de que la obra vaya a venir a Zaragoza es por el deseo expreso del artista de que "todos los aragoneses puedan disfrutar con ella mucho antes de que tengan tiempo para desplazarse hasta Calanda, que es el lugar de donde salió la escultura y el lugar al cual llegará y donde permanecerá".

Angel Orensanz tiene una fundación en Zaragoza, otra en Nueva York y recientemente abrió una en París, en Marais, junto al museo Pablo Picasso. Para el artista oscense, la capital gala es el "centro de la cultura europea y es una ciudad a la que si vas, nunca sales de ella". Es por ello que se decidió a crear una fundación en la capital gala. "Yo siempre vuelvo a París, es el centro de mi existencia, es un círculo cerrado. Por ejemplo, voy a Florencia y regreso a París siempre" afirma el artista aragonés. La nueva fundación tiene contacto virtual con su otra fundación ubicada en la ciudad norteamericada de Nueva York. Es, según él, "la conexión entre dos formas de ver el arte muy distintas".

La fundación que acaba de abrir en París nace con la idea de "estimular la actividad creativa cultural, sobre todo artística, mediante el uso de tecnologías, tanto avanzadas como preindustriales" . Además, en su mente todavía cabe la posibilidad de abrir una nueva fundación en Madrid pero, según dice él mismo, "si finalmente decido abrirla, será la última que cree".